Rubalcaba mezcla a Batasuna en su polémica con el PP sobre las escuchas del SITEL
En base a las elucubraciones publicadas por «Abc», el ministro español de Interior aludió ayer a una supuesta iniciativa de «abogados de Batasuna» para aprovechar las denuncias del PP sobre la presunta ilegalidad de las escuchas realizadas bajo el amparo del sistema SITEL.GARA |
El PP y el Gobierno del PSOE están manteniendo en los últimos días un cruce de acusaciones y reproches en torno a la legalidad del Sistema Integral de Interceptación de las Telecomunicaciones (SITEL). Paradójicamente, este sistema de escuchas fue preparado por el Gobierno de José María Aznar, pero desde el PP se argumenta ahora que no se puso en marcha porque había dudas sobre su encaje en el sistema legal. A partir de ahí, el partido de Mariano Rajoy acusa al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero de utilizar el SITEL para espiar a algunos de sus dirigentes.
Sorprendentemente, el ministro español de Interior mezcló ayer en este asunto a la izquierda abertzale, al pronunciarse durante una rueda de prensa que celebró en Madrid sobre un artículo publicado en «Abc», en el que ese diario afirmaba -sin aportar ni un solo dato contrastable- que «Batasuna quiere aprovecharse de la polémica del SITEL» y que «el `frente jurídico' de ETA-Batasuna» estaría estudiando la posibilidad de pedir la anulación de operaciones como la que llevó a «las recientes detenciones de Otegi y compañía». Alfredo Pérez Rubalcaba comentó que se «temía» que Batasuna aprovecharía la polémica porque ese mecanismo ha sido puesto «en tela de juicio».
«Es evidente que, cuando alguien pone en tela de juicio el funcionamiento del estado de Derecho, se arriesga a que los malos lo utilicen», dijo Rubalcaba, quien insistió en que en el Estado español se cumple «escrupulosamente la ley» y que quien duda de eso «está facilitando» posibles iniciativas como la aireada por «Abc». Rubalcaba añadió que «en España a nadie se le escucha una conversación telefónica salvo que un juez lo decida» y que «quien diga lo contrario miente».
Las escuchas a HB en su sede de Gasteiz, descubiertas en 1998, conllevaron la condena de dos directores del Cesid: Emilio Alonso Manglano y Javier Calderón.