Asistimos estos días a un espectáculo de los «señores del fútbol». Se han enfadado porque los sueldos millonarios de sus nuevas estrellas -a partir de 600.000 euros anuales- gravarán, a partir de enero de 2010, al 43% ,y no al 24% actual. Dicen que les va a salir más caro. ¡Qué graciosos! La polémica no deja de ser puro teatro por parte de quienes llevan adelante esa propuesta, es decir, el Gobierno español que preside José Luis Rodríguez Zapatero y los «amos del fútbol millonario», representados por la Liga de Fútbol Profesional.

Teatro, porque es claro que el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha sacado este tema sensible a la calle para tenernos entretenidos y sabiendo que tiene la partida ganada de antemano. Porque es una injusticia que los futbolistas millonarios paguen menos impuestos, más en la situación de crisis, aumento de paro y crecimiento de la pobreza entre la población.

Y porque el presidente del Gobierno español y los clubes que gastan en fichajes más de 250 millones al año saben que pueden escamotear los controles de hacienda. Sí, vía paraísos fiscales. No es la primera vez.

Por lo tanto, la clave se encuentra en algo más profundo: ¿Rodríguez Zapatero está dispuesto a terminar con el fraude fiscal? ¿Está dispuesto a que quienes ganan cantidades astronómicas desde las direcciones de empresas y bancos paguen los impuestos como lo hacen los trabajadores? ¿Va a terminar con la ingeniería fiscal que está anclada entre los bolsillos de la élite económica?

Creo que no. Nos contenta con una ramificación del espectáculo del fútbol. El debate parece que tiene exclusiva en Madrid y Barcelona. No. Esta semana he leído una entrevista con el diputado de Hacienda de Bizkaia, José María Iruarrizaga, en el periódico «Expansión». Nos dice que planteó hace un año la propuesta de favorecer la afloración de capitales para inyectar liquidez en la economía por medio de la regularización fiscal. Es decir, una amnistía fiscal para los defraudadores. Ya se hizo hace unos cuantos años. También con el cambio del euro.

Me quedo atónito. No actúan frente al fraude fiscal de forma decidida y quieren que los que más se han forrado tengan vía libre. Inaudito.