Hiroshi Aoyama lo tenía fácil para llevarse el mundial de 250 centímetros cúbicos, pero su salida de pista cerca estuvo de costarle caro. Marco Simoncelli debía ganar y esperar el error del nipón, tiró a tope desde el inicio y forzó el fallo del asiático, que se vio relegado a la undécima posición. No obstante, el campeón de 2008 se iba por los suelos y entregaba el cetro de la cilindrada a un Aoyama que saboreó el título mundial con su séptima plaza en Cheste.

Mientras, Héctor Barberá se llevaba la carrera de 250 en la última prueba de la temporada, el Gran Premio de la Comunidad Valenciana.

En lo que a las restantes cilindradas concierne, la Honda de Dani Pedrosa superaba a las Yamahas de Rossi y Lorenzo en Moto GP. Mientras, en la prueba de 125 centímetros cúbicos, el campeón mundial Julián simón se despidió de la temporada ratificando su liderato con un triunfo de propina, mientras que el bilbaino Efrén Vázquez acababa en séptima plaza para certificar la decimocuarta posición en la clasificación general.

«Hemos crecido mucho (en la campaña) y nos hemos colocado en una gran posición de cara al año que viene. La regularidad era una asignatura pendiente y creo que la hemos empezado a aprobar», declaró el de Errekalde.