La noticia saltó a primera hora de la noche de ayer de la mano del patrón del «Alakrana», Ricardo Blach, quien en declaraciones a TV3 afirmó que el armador del barco le había comunicado que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, «se ha involucrado directamente» en la gestión de la situación, y que los dos piratas que permanecen detenidos en el Estado español serán llevados a Somalia.

«El armador me ha dicho que se está negociando, que está involucrado personalmente ahora el presidente del Gobierno y que sí, que van a venir, no saben exactamente cuándo, pero los dos piratas sí van a venir a Somalia», manifestó.

Blach señaló que había transmitido esa información al jefe de los piratas que está con ellos, y explicó que «parece que esto se ha relajado un poquito más». En este sentido, insistió en que la vuelta de los dos piratas somalíes apresados por el Ejército español siempre ha estado encima de la mesa de negociaciones.

Este anuncio no fue confirmado oficialmente, aunque lo cierto es que tras la crisis originada el jueves, cuando tres rehenes fueron conducidos a tierra y los piratas amenazaron con matarlos si sus dos compañeros no quedaban libres, parece que los movimientos diplomáticos se han multiplicado, y el propio ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha comparecido tres veces en dos días para fijar la postura del Gobierno español, asumiendo un papel que antes habían ejercido otros ministros, como la titular de Defensa, Carme Chacón.

En los últimos días, el Gabinete de Rodríguez Zapatero ha recibido duras críticas por parte de portavoces políticos e institucionales y, especialmente, de las familias de los marineros, por la gestión del secuestro.

Reunión en Nairobi

Estos posibles movimientos se produjeron el mismo día que en Nairobi, capital de Kenia, el embajador español en este país africano, Nicolás Martín Cinto, y el primer ministro somalí, Omar Abdirashid Ali Sharmarke mantuvieron un encuentro. Al término de la reunión, el Ministerio español de Asuntos Exteriores remitió un comunicado en el que manifestaba que el mandatario somalí «ha reiterado una vez más su disposición y la de todas las autoridades somalíes de facilitar, en el marco de la legalidad vigente, las gestiones orientadas a la liberación del «Alakrana»».

Según esa nota, durante el encuentro se habría «evocado» la «situación de los dos somalíes actualmente detenidos en España», aunque no se dió más detalles al respecto, sólo que «ambos han acordado seguir manteniendo un contacto intenso y fluido sobre esta cuestión».

Sharmarke, asimismo, habría asegurado que la totalidad de los tripulantes del pesquero se encuentran bien.

Antes de producirse esta reunión, en una rueda de prensa celebrada a mediodía en la sede de su ministerio en Madrid, Moratinos declaró que Martín Cinto pediría al primer ministro de Somalia una «mayor involucración y un mayor compromiso» de su gobierno para acelerar las negociaciones.

Opinó, a este respecto, que lo importante ahora es que las gestiones diplomáticas y el compromiso que esperaba adquirir del dirigente somalí den resultados lo antes posible.

«Imponer la autoridad»

Moratinos, en este sentido, se mostró convencido de que el nuevo gobierno de transición de Somalia, un país sumido en una guerra sin visos de solución y donde hace muchos años que no existe un Estado propiamente dicho, tiene más número de vinculaciones «con este tipo de grupos y clanes» que el anterior, y puede llevar a cabo gestiones «con personalidades que desgraciadamente participan de una forma directa o indirecta en este tipo de secuestros». Así, el ministro español aseguró que el Gabinete de Ali Sharmarke tiene capacidad para «imponer la autoridad» en el país africano.

Sobre el estado de los tripulantes del pesquero vasco, Moratinos señaló que todos «están bien» y a bordo del atunero, que «tiene agua y víveres».

Estas palabras se contradicen con lo manifestado por el patrón Ricardo Blach en una entrevista a CNN+, anterior a la concedida a Radio Euskadi, en la dijo que el barco se había quedado sin agua potable.

«Nos escupen a la cara»

Tres días después de su última comunicación, Blach pudo hablar ayer con varios medios y advirtió de que los piratas están «cada vez más agresivos» con los tripulantes del «Alakrana», a los que están sometiendo «a todo tipo de vejaciones y amenazas». «Nos encontramos como ayer, antes de ayer o quizá peor», afirmó el patrón por la mañana, quien explicó que sus captores, aunque «siempre» les han tenido «humilados», ahora «nos escupen a la cara».

Tal como hiciera el jueves, Blach recordó que la principal demanda de los piratas gira en torno a sus dos compañeros presos, y por ello, antes de recibir la citada comunicación del armador del barco, pidió al Gobierno español, a los jueces y a los militares que «se pongan de acuerdo» para devolver a los dos detenidos y poder así cerrar un secuestro que dura ya 39 días.

El patrón del «Alakrana» dijo estar al tanto de los últimos movimientos y de las movilizaciones por su liberación, que agradeció, y pidió a los familiares «que sigan así porque nos hace mucha falta».

Lo cierto es que las noticias que llegan sobre el estado de las negociaciones y la situación en el barco son confusas y, a veces, contradictorias. Así, desmintiendo las informaciones oficiales, un portavoz de los piratas aseguró que los tres rehenes que el jueves fueron llevados a tierra por la fuerza no habían regresado al barco. Moratinos, en su comparecencia, mantuvo sin embargo lo manifestado anteriormente, que los tres habían regresado a bordo, apuntando que sus fuentes eran fiables, aunque reconoció que dentro del barco «la situación es tensa y difícil, como siempre ocurre en este tipo de secuestros».