La Cámara Baja de EEUU avala en una votación histórica la reforma sanitaria
La Cámara de Representantes de EEUU aprobó, por primera vez en la historia del país, un proyecto de ley que pretende establecer un sistema de salud casi universal y cuyo futuro depende ahora del Senado. Barack Obama logró con esa votación su mayor triunfo e instó al Senado a seguir el camino «histórico» abierto ayer para aprobar la reforma del sistema sanitario y mejorar la vida de millones de personas.GARA |
Los congresistas demócratas y un republicano dieron ayer una ajustada mayoría a la reforma sanitaria que impulsa el presidente estadounidense, Barack Obama, en la Cámara de Representantes, aunque el proyecto debe superar un segundo escollo en el Senado.
Tras doce horas de debate sobre un texto de 2.000 páginas y el exhorto de Obama a «responder al llamamiento de la historia», los legisladores aprobaron el proyecto de ley con 220 votos a favor y 215 en contra. Un solo republicano se unió a la mayoría, Anh Joseph Cao. En contra votaron 39 congresistas demócratas, la mayoría de distritos conservadores del sur del país, y 176 republicanos, que criticaron el coste de la reforma y la excesiva interferencia del Gobierno en el sector privado de la salud.
El testigo, a meta
Para el presidente estadounidense, Barack Obama, el resultado es una victoria muy importante, pues se ha marcado como una de sus prioridades la aprobación de la reforma del sistema de salud con la que soñaron sus predecesores demócratas en el cargo, pero nunca lograron. Obama, quien ha logrado su mayor triunfo desde su llegada a la Casa Blanca, considera que la escasa cobertura sanitaria en el país representa un problema de primer orden, y se ha empeñado en sacar adelante una propuesta para que sea prácticamente universal en un país donde los altos costes sanitarios llevan a que cada día unas 14.0000 personas pierdan su cobertura de salud.
«Esta noche, en una votación histórica, la Cámara de Representantes ha aprobado un proyecto de ley que finalmente hará realidad la promesa de un cuidado de la salud de calidad y asequible para los estadounidenses», señaló en una nota.
La pelota pasa ahora al Senado, que tendrá que aprobar su propia versión de la reforma. Posteriormente, ambos textos deberán ser armonizados y las dos cámaras deberán pronunciarse sobre el documento final.
Obama urgió al la Cámara Alta a seguir el camino «histórico» abierto por la Cámara de Representantes. Pidió al Senado «tomar el testigo y llevarlo hasta la meta». «Durante años nos habían dicho que no se podía hacer -dijo-. noche la Cámara probó lo contrario».
Algunas dificultades
Pero el horizonte no está claro. El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, se quejó de la división interna en su partido y dijo que es probable que la aprobación de la reforma quede aplazada hasta 2010, y ese año hay elecciones para renovar un tercio del Senado y la Cámara Baja al completo.
Para aprobar el texto se necesitan los votos de 60 de los 100 senadores. El Partido Demócrata tiene 58 y hay dos independientes que siempre votan con la mayoría, pero los demócratas más conservadores son reacios al «sí» y uno de los independientes, Joe Lieberman, ya ha expresado su oposición al texto.
El plan será aplicado en diez años (2010-2019) y tendrá un coste de 900.000 millones de dólares para extender la cobertura médica a unos 36 de los 46 millones de estadounidenses que en la actualidad carecen de seguro médico, lo que significa que el 96% tendrá cuidado médico asegurado, una cifra no alcanzada nunca.
Los ciudadanos estarían obligados a pagar las mensualidades a las aseguradoras privadas o a un plan público nuevo, con la ayuda de subsidios, so pena de multas. El proyecto prohíbe, además, a las aseguradoras privadas negarse a extender una nueva póliza a personas que sufren alguna enfermedad.
Los demócratas insisten en que el alto coste será compensado con una subida de impuestos a los ricos, la reducción de algunas exenciones fiscales para grandes empresas y una tasa sobre los aparatos médicos, entre otras medidas.
La Cámara aprobó una enmienda a favor de limitar el uso de dinero público para el aborto, de forma que el nuevo plan sólo cubra interrupciones del embarazo en casos de violación, incesto o peligro para la vida de la madre.
Calificando a Barack Obama de «poder blanco con rostro negro», cientos de afroaestadounidenses se manifestaron el sábado ante la Casa Blanca para protestar contra las políticas del primer presidente negro de EEUU y exigir, entre otras cosas, el regreso de las tropas estadounidenses desplegadas en el exterior.
Más de 200 personas participaron en la primera protesta pública de afroamericanos contra el Gobierno de Obama desde su llegada al poder ,en enero, y criticaron al presidente por continuar con lo que describieron como una agenda «imperialista» en todo el mundo.
«Barack Hussein Obama es poder blanco con rostro negro. Es un instrumento de nuestros enemigos imperialistas y exigimos nuestra libertad», dijo ante la mansión presidencial el activista de derechos civiles Omali Yeshitela, líder de la organización Black is Black, convocante de la protesta.
Los manifestantes exigieron a Obama la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán e Irak y la desactivación de Africom, el controvertido mando militar de EEUU en África, además de reclamarle que «quite las manos» de Venezuela y ponga fin al embargo contra Cuba y al bloqueo contra Zimbabwe. GARA