NBA
El gran villano de la liga busca su anillo en Los Angeles
Ron Artest, que pareció templar los nervios la temporada pasada en Houston Rockets, puede ser el factor X de unos Lakers que buscan repetir título.
Izkander FERNÁNDEZ | BILBO
Aunque su movimiento de Sacramento a Houston ya estaba encaminado a ello, Ron Artest tendrá su primera opción verdadera al campeonato este año. En el seno de Los Angeles Lakers se convierte en un verdadero aspirante al título. Aunque ya tuvo hipotéticas opciones el año pasado en los Rockets, las lesiones de Tracy McGrady y Yao Ming lo dejaron solo para tirar del carro.
No lo hizo mal y además encontró el apoyo de Luís Scola, Aaron Brooks y Von Wafer. Juntos plantaron cara a los actuales campeones y al equipo en el que ahora milita durante la segunda ronda de play offs en una bonita serie que se llevaron los Lakers por un apretado 4-3.
En aquella ronda se esperaba mucho de Artest. Por lógica, los Rockets esperaban cosas buenas y los Lakers, malas. El pitbull de Queens dio cosas buenas a Houston y no cayó en el cepo del Staples Center. Parecía que, por fin, Artest había serenado su irritable carácter y había dejado atrás su conflictividad.
En un verano extraño, Artest pasa de los Rockets a los Lakers a cambio de Trevor Ariza. El que parecía el jugador con más proyección de la plantilla sale de una franquicia que recibe al eterno enemigo de los Lakers y, en especial, de Kobe Bryant. El anti Kobe. El villano de la liga.
Inestable
Artest llegó a la liga en el draft de 1999. Chicago Bulls lo eligió en el puesto 16. Sin destacar excesivamente, se fue labrando un nombre como buen defensor, pero también como un jugador bastante inestable emocionalmente. En 2002, los Bulls lo traspasan junto a varios jugadores a Indiana Pacers.
En su tercera temporada en los Pacers, Artest completa los mejores números de su carrera, recibe el galardón al mejor defensor del año y participa como suplente en el All Star Game. Pero fue tras el comienzo de su cuarta temporada como Pacer, cuando realmente estallaron los fuegos de artificio.
El 19 de noviembre de 2004, en un partido entre Detroit e Indiana, Ron Artest la lió bien liada. Quedaban 45,9 segundos, los Pacers ganaban de 15 y en un lance en el que Ben Wallace iba a machacar Artest apareció por detrás y le dio un golpetazo de los que marcan época.
Wallace se abalanzó sobre Artest, hubo una trifulca a pie de cancha entre jugadores y, como plato final, el escándalo se disparó cuando un seguidor de los Pistons le lanzó un vaso de refresco al de Queens. Este escaló varias filas de asientos y la emprendió a golpes con el público.
Artest fue castigado por David Stern. Aquella temporada no volvió a jugar ya que le cayeron 73 partidos y el play off. El jugador perdió 7 millones de dólares y, además, hizo que su leyenda de temerario se acrecentase considerablemente.
Tras un año sin jugar, los Pacers lo traspasaron a Sacramento a cambio de Stojakovic. El impacto de Artest en Sacramento fue positivo y los llevó a play offs. Pero en el segundo partido de primera ronda ante San Antonio le propinó un codazo a Manu Ginobili, fue expulsado y los Kings perdieron la ronda 4-2.
El año pasado llegó a Houston completando la temporada más limpia de su vida en cuanto a altercados. Y este año, opta a todo junto a Kobe Bryant, Pau Gasol y Phil Jackson. De momento, se ha acoplado bien y ha sabido aprovechar su tiro de tres.
En el momento de su suspensión, tras la batalla del Palace de Auburn Hill en Detroit, Ron Artest estaba completando los mejores números de su carrera con 24,6 puntos por partido y un 49% de acierto en el tiro.
Artest no sólo ha tenido problemas dentro de la cancha, ya que en su época en Sacramento Kings el polémico alero tuvo que pasar 10 días encarcelado por un problema de maltrato a un perro de su propiedad.
Con sus hombres altos lesionados, los Lakers y Kobe Bryant siguen adelante como si nada fuese con ellos. Sin juego interior y ante New Orleans Hornets se impusieron por 104-88. Bryant volvió a dar una exhibición anotando 26 puntos en la primera parte. Un parcial de 17-3 tras el descanso amplió la ventaja de Los Angeles hasta los 27 tantos sepultando a los Hornets para el resto del partido. Por el contrario, uno de los favoritos a todo en la Conferencia Este, Orlando Magic, fue sorprendido por los Oklahoma City Thunder tras caer por 102-74. Un gran partido de Kevin Durant, que sumó 28 puntos, aupó a los Thunder a una cómoda victoria. Además de Durant, en Oklahoma destacaron Westbrook (17), Krstic (14) y Sefolosha (13). Por parte de Orlando Magic, su estrella, Dwight Howard, guardó las apariencias con 20 puntos y 7 rebotes. Mickael Pietrus, desde el banquillo, sumó 15 y Jameer Nelson, 10 más.I.F.