Al menos 30 personas murieron y decenas resultaron heridas (entre 40 y 100, según la fuente consultada), en un atentado suicida registrado ayer en las inmediaciones de un concurrido mercado en el noroeste de Pakistán, un país donde los ataques de los talibán vinculados a Al-Qaeda se están convirtiendo en cotidianos.

El suicida detonó la carga explosiva que portaba el coche entorno a las 16.20 horas locales [13.20 en Euskal Herria] cerca del principal bazar de Charsadda, capital de un distrito homónimo situado en la conflictiva Provincia de la Frontera Noroeste (NWFP), según fuentes oficiales.

Más de cincuenta comercios y varios vehículos resultaron dañados por el artefacto, según fuentes policiales citadas por varios medios locales.

El ataque fue reivindicado por el Movimiento Talibán de Pakistán (TTP), como una réplica ante la ofensiva militar del Ejército paquistaní al bastión insurgente de Waziristán del Sur.

El TTP trató de disuadir al Ejército de realizar una ofensiva terrestre en la región, y advirtieron que se vengarían tras el inicio de ésta el 17 de octubre. Desde entonces, 400 personas han muerto en atentados de los talibán.