Las Palmas visita Gal
Confianza y regularidad
Los unionistas se conjuran para recuperar su mejor versión y conseguir un triunfo que les aleje de los puestos de descenso. El encuentro frente al Celta será el referente ante la visita de un rival complicado.
REAL UNIÓN - L.PALMAS
GARA | IRUN
El Real Unión regresa a casa con un examen complicado por delante. No sólo por el rival, uno de los equipos con aspiraciones de la categoría, sino también por el propio cuadro unionista, que sigue sin encontrar la regularidad que le asegure una campaña mínimamente tranquila.
El equipo de Iñaki Alonso viene alternando alegrías y desilusiones en las últimas semanas. Cada vez que firma un buen partido y se ilusiona con la posibilidad de tomar aire, su reacción se ve cortada por una derrota. Desde que enlazara tres jornadas con resultados positivos ante Girona, Castellón y Betis, el Real Unión viene cumpliendo el tópico de «una de cal y otra de arena», lo que le mantiene anclado en la zona peligrosa de la clasificación. Una derrota esta tarde, de hecho, podría meterle en puestos de descenso.
No es esa circunstancia, con muchísimas jornadas por delante, la que más preocupa a Iñaki Alonso, convencido de que su equipo «siempre da la cara» y es capaz de «exigirse aún más» cuando peor se le ponen las cosas. Lo que realmente preocupa al técnico es el juego de sus hombres y, sobre todo, su rendimiento defensivo. «Estamos siendo cíclicos con los errores -lamentó-, aunque algunos hayan sido de concentración y otros de interpretación del partido. Contra el Elche se debió a que no estuvimos con la intensidad y la agresividad necesaria». Lo cierto es que, en opinión de Alonso, los errores defensivos están suponiendo una factura muy cara «porque con cuatro o cinco goles menos encajados, el equipo tendría bastante más puntos».
De ahí que el Real Unión haya dedicado la semana a «solucionar problemas, analizar con los jugadores los fallos que se produjeron en Elche e intentar buscar soluciones en el aspecto defensivo», apuntó Alonso.
El objetivo es claro. El equipo quiere parecerse siempre, empezando por esta tarde, al que se impuso dos semanas al Celta, referente al que se aferran los blanquinegros como camino a seguir. «Hay que recuperar los valores y el espíritu» de aquella tarde, admitió el técnico, «para hacer de Gal un fortín del que nadie saque nada».
Un visitante flojo
Sobre todo ante un rival como el de esta tarde, uno de los equipos veteranos, peligrosos, con potencial y con aspiraciones de la categoría.
Y eso que el Las Palmas también anda persiguiendo, en cierta medida, los mismos objetivos que su anfitrión: una buena dosis de regularidad, que le dé confianza y que, en su caso, le acerque a los puestos de cabeza. Algo que el equipo de Sergio Kresic no acaba de conseguir, sobre todo por su rendimiento a domicilio; no en vano, tras su buen arranque, ha enlazado tres desplazamientos consecutivos saldados con derrota.
Alonso advierte de que se trata de «una plantilla de mucha calidad, que puede ganar a cualquiera», aunque también de que si el Real Unión «hace bien las cosas, lo van a tener difícil».
Mes y medio después, el jugador volvió a pasar ayer por el quirófano, esta vez por la rotura del menisco interno -antes fue el externo- de la rodilla izquierda. Se cree que permanecerá de baja hasta enero.
En los prolegómenos del encuentro, se guardará un minuto de silencio por el exjugador del Real Unión Luis Argote Argote, fallecido el pasado mes de octubre.