Un incendio y las sucesivas explosiones registradas ayer en un arsenal militar ruso, que costó la vida a dos bomberos, causó la alarma al dar las autoridades por desaparecidas a 43 personas, que finalmente fueron rescatadas con vida al haber podido esconderse en un refugio antiaéreo.

Las autoridades de Ulianovsk, a unos 900 kilómetros al este de Moscú, explicaron que 43 personas que se habían refugiado en un búnker pudieron ser evacuadas después de que se consiguiera controlar el fuego.

El gobernador de Ulianovsk, Serguei Morozov, aseguró al Canal Uno de televisión rusa que entre estos rescatados con vida se encontraban las 35 personas que habían sido dadas por desaparecidas tras desatarse el incendio y las explosiones.

Poco antes, el ministerio de Defensa de Rusia informó de que dos militares murieron y otros tres resultaron heridos en el arsenal, situado en un suburbio al este de la ciudad y perteneciente a la Marina de Guerra rusa.

Dos bomberos muertos

«Hemos establecido que han muerto dos efectivos, miembros del equipo de bomberos del arsenal que intentaban impedir la propagación del incendio», señaló a las agencias rusas el portavoz Alexei Kuznetsov.

Las primeras explosiones se produjeron poco antes de las 16.00 hora local. La onda expansiva y la metralla rompió los cristales de los barrios residenciales adyacentes, de los que fueron evacuadas unas 3.000 personas.

Al mismo tiempo, el Ayuntamiento de Ulianovsk recomendó a sus habitantes que se dotaran de máscaras respiratorias, lo que hizo correr el rumor de que en el arsenal había armas químicas.

El gobernador y los ministerios de Defensa y Emergencias desmintieron estos rumores y aseguraron que sólo había municiones convencionales, pero el peligro era grande porque el arsenal acoge «varios miles de vagones con municiones».