El presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió ayer a Irán de que «el tiempo ha terminado» en lo que se refiere a su programa nuclear mientras que Rusia amenazó con nuevas sanciones a Teherán si no se producen avances.

Obama, que se encontraba ayer en el Foro Económico Asia-Pacífico (APEC) de Singapur en el marco de su gira asiática, expresó la impaciencia estadounidense frente a la falta de respuesta iraní tres semanas después de la propuesta que le realizó la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA).

El proyecto de acuerdo presentado el 21 de octubre por la OIEA prevé que Irán deberá exportar la mayoría de su uranio débilmente enriquecido a Rusia para enriquecerlo antes de volverlo a enviar al Estado francés, donde será transformado en combustible.

«Desgraciadamente, al menos hasta el momento, Irán ha sido incapaz de decir sí. No tenemos ya mucho más tiempo», declaró Obama, que calificó la propuesta de justa.

A la salida de un encuentro con su homólogo estadounidense, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, por su parte, declaró que Irán se arriesga a nuevas sanciones si no se produce ningún cambio.

«Estamos dispuestos a ir más lejos para asegurarnos de que el programa nuclear iraní se dedica únicamente a fines pacíficos», advirtió.

«Si fracasamos, se abren otras opciones con el fin de llevar el proceso en una dirección diferente», añadió, haciendo referencia a nuevas sanciones contra Irán.

Rusia tradicionalmente se ha opuesto a agravar las sanciones contra la República Islámica.

«Cualquier proceso tiene que tener una salida. Este proceso de diálogo no existe por el mero placer de debatir, sino para buscar objetivos concretos», insistió el presidente ruso.

En cuanto al responsable de la diplomacia francesa, Bernard Kouchner, considera que la respuesta de Irán ha sido negativa, según señaló en una entrevista concedida al diario israelí «Yediot Aharanot».

«En la práctica, casi ha respondido ya, y de manera negativa. Es una pena, una pena, una pena», dijo Kouchner.

El pasado fin de semana, un responsable parlamentario iraní rechazó el proyecto de la OIEA, afirmando que el proyecto de intercambio de uranio «se quedó en la mesa».

Ayer, en Teherán, el antiguo jefe de los Guardianes de la Revolución Mohsen Rezai, por su parte, instó a Occidente a suspender las sanciones contra Irán para restaurar la confianza.

«Pienso que el levantamiento de las sanciones contra Irán sería una respuesta adecuada y una medida de confianza por parte de los occidentales», dijo Rezai, candidato a la Presidencia en las elecciones del 12 de junio y secretario del poderoso Consejo de Discernimiento, el más alto órgano de arbitraje político iraní, el equivalente al Tribunal Constitucional en los sistemas occidentales.

Por su parte, Turquía se declaró dispuesta a almacenar el uranio iraní en el marco de un acuerdo destinado a tranquilizar a la comunidad internacional, informaron el sábado los medios turcos, citando al ministro turco de Energía, Taner Yildiz.

Yildiz precisó que todavía no se ha hecho ninguna petición formal en este sentido, destacando que la cuestión aún se encuentra en fase de debate.

«The New York Times» afirmó esta semana que EEUU ha hecho saber a Irán que es favorable a una solución consistente en enviar los depósitos de uranio iraní a un tercer país, posiblemente Turquía, para realizar un control más eficaz.

Como Rusia, China es miembro del Consejo de Seguridad de la ONU y la cuestión del programa nuclear iraní podría ser una de los elementos destacados de la agenda de Obama en sus encuentros con su homólogo Hu Jintao durante su visita al gigante asiático, a donde llegó ayer.

Yemen, nuevo foco de tensión

Las relaciones entre Irán y EEUU pueden aún deteriorarse más, ya que se ha abierto un nuevo foco de tensión entre ambos países en Yemen. El presidente del Parlamento iraní, Alí Lariyani, acusó ayer a EEUU y a Arabia Saudí de bombardear a los rebeldes chiíes en Yemen, según informó la web de la Cámara.

«Los sucesos deplorables que se producen en la nación musulmana de Yemen se han intensificado en el transcurso de las dos últimas semanas y la injerencia saudí en Yemen mediante los bombardeos aéreos repetidos contra los musulmanes es increíble», dijo dirigiéndose a los diputados.

Lariyani también acusó a EEUU de estar detrás de estos bombardeos. Mencionó «informaciones que demuestran que el Gobierno de EEUU coopera en estas medidas opresivas».

Sana'a acusó el miércoles a Teherán de injerencia en sus asuntos internos, después de que ese mismo día el responsable de la diplomacia persa, Manuchehr Mottaki, alertase a los países de la región contra cualquier intervención en Yemen, aunque no citó explícitamente a Arabia Saudí.

«En respuesta a las declaraciones de Mottaki, aseguramos que Yemen rechaza categóricamente cualquier injerencia en sus asuntos internos vengan de donde vengan», afirmó una fuente del Ministerio yemení de Exteriores, citada por la agencia Saba.

Arabia Saudí intervino abiertamente el 3 de noviembre en la guerra que protagonizan desde el 11 de agosto rebeldes zaidíes, una rama del chiísmo, y el Ejército yemení tras la muerte de un guardia fronterizo saudí a manos de rebeldes chiíes que se habían infiltrado.

Los rebeldes pertenecen a la rama zaidí del chiísmo, minoritaria en el conjunto de Yemen, pero mayoritaria en la parte norte de este país árabe.

Los chiíes son mayoría en Irán, que mantiene un atávico enfrentamiento con la monarquía wahabí saudí, tradicional aliada de EEUU en la región del Golfo Pérsico o Arábigo.

Lariyani: «Obama, como Bush»

Lariyani criticó también con dureza a Obama por la decisión de Washington de embargar un rascacielos neoyorquino propiedad de empresas que supuestamente financiarían a Irán.

«Tras un año de discursos y proclamas vacías, es una desgracia comprobar que el comportamiento y actitud de este presidente no es mejor que el de su predecesor», afirmó Lariyani en el Parlamento mientras los diputados gritaban «muerte a América».

La Fiscalía estadounidense presentó un demanda contra la fundación Alavi y la corporación Assa, propietarias de un edificio de 36 plantas en la Quinta Avenida de Manhattan, por enviar dinero al banco Melli, entidad financiera estatal iraní, lo que está prohibido por las autoridades estadounidenses.

El jueves, Obama firmó la renovación de las sanciones financieras unilaterales impuestas por EEUU a Irán y notificó al Congreso la prórroga de una año advirtiendo de que «nuestras relaciones con Irán aún no han vuelto a la normalidad».

Lariyani acusó a Washington de «comportamiento infantil» por su actitud tras las elecciones presidenciales iraníes.