Las últimas declaraciones de la Izquierda Abertzale y la idea de sumar todas las fuerzas y voluntades sociales y políticas con el fin de hacerle entender al Estado español que el Pueblo Vasco busca sobre todas las cosas una democracia real basada en la libertad social y política para decidir su futuro político, es una gran oportunidad para que tanto los políticos como los agentes sociales definan con sinceridad y honestidad de lado de quién están y cuál es el futuro que desean para Euskal Herria.

Las reacciones no se han hecho esperar, las declaraciones de no creer las palabras o las intenciones de la Izquierda Abertzale, demuestran abiertamente quien está poniendo las cosas difíciles o quiénes están realmente boicoteando un proceso de resolución de un conflicto, quiénes son los que se asustan de que el pueblo se quiera unir para demandar justicia, quiénes son los que se ponen nerviosos cuando se habla de unir fuerzas para buscar una solución democrática, pero no hablo de «la democracia a la española» a la que nos tiene acostumbrados el Estado Español, sino de una democracia donde estén representados todos los sectores y todos los ciudadanos, una democracia que vaya encaminada a resolver un conflicto, una democracia que cuide los intereses de los ciudadanos vascos, una democracia que dé la posibilidad a todos los que buscan la independencia, a todos los que piden que se respeten los derechos de los que se ha negado y conculcado a personas y sectores determinados.

Todo aquel político que quiera negar lo obvio, todo aquel político que siga poniendo trabas y dificultades a una necesaria democracia, se estará definiendo sin lugar a dudas como una persona que en absoluto le interesa respetar la voluntad de un pueblo, se define como la persona o el partido político que no quiere que se busque una solución al conflicto, se estará definiendo como la persona que prefiere que todo lo que se está haciendo mal y torpemente en política continúe por el mismo camino, se define también como la persona que realmente no está buscando ni soluciones, ni paz para el pueblo vasco y que prefiere que las cosas sigan así de mediocres e injustas.

Por eso mismo es importante que nosotros los agentes sociales, desde los colectivos a los que representamos, nos sumemos a esta propuesta de unión, una propuesta que busca avanzar y no estancarnos en la serie de irregularidades y arbitrariedades políticas que se han venido cometiendo desde hace muchos años hacia el pueblo vasco, sino que como un ciudadano más nos podamos unir y hacer fuerza a este nuevo panorama político para que entre todos podamos no sólo fortalecer las demandas, sino, en una palabra, procuremos entre todos encontrar una solución democrática a un conflicto que ha dejado mucho dolor y sufrimiento a todo un pueblo.

Es importante que no permitamos más que se pisotee la dignidad del pueblo vasco, que no se sigan cometiendo más injusticias contra él y que logremos demostrar que realmente estamos ya en una nueva etapa de mayor honestidad y justicia política.