No entran en las recetas médicas, pero los mimos y el cariño suelen ser ingredientes esenciales para la recuperación de todo enfermo y eso mismo fue lo que recibió un Baskonia bajo mínimos. Mimos por parte de una afición que respondió a la llamada de auxilio de Ivanovic y compresión de un Valladolid especialmente inofensivo que permitió a los gasteiztarras conseguir una victoria que debe servir de bálsamo. Cualquier otro rival con más instinto hubiera destrozado ayer a un Baskonia convaleciente, pero afortunadamente, bastó con el acierto de Teletovic y la irrupción de Carl English.

Por si a alguien le quedaba alguna duda sobre si lo de Barcelona había sido sólo un accidente, el partido de ayer confirmó que el Baskonia está atravesando un momento especialmente delicado. Porque ya sea por los problemas físicos, por la falta de acoplamiento o por las dudas, el Baskonia sufrió para sacar adelante un choque a priori cómodo y donde más se evidenció ese padecimiento fue en que un equipo netamente anotador se quedó en 72 puntos.

El murmullo era evidente en la grada desde el incio pese a los aplausos y la ansiedad se trasladó a la cancha desde el primer minuto, con mucha precipitación en casi todos los ataques, con tanta intensidad como fallos en tiros claros, con Splitter especialmente negado.

No obstante, la intensidad atrás era correcta y el Valladolid también sufría mucho para anotar. Los castelanos se mantuvieron en el partido gracias a sus tres triples, mientras que en el Baskonia el principal sustento ofensivo fue un Mirza Teletovic al que no le pesaron los primeros fallos.

A pesar del carrusel de cambios, los de Dusko Ivanovic eran incapaces de encontrar la fluidez ofensiva necesaria para dar el tirón deseado para tener un partido relativamente cómodo. Muy al contrario, aprovechando el atasco ofensivo ante la zona de Fisac y los múltiples tiros libres de los que dispuso, los castellanos se pusieron 2 puntos por delante (29-31) a minuto y medio del descanso tras un triple de Van Lacke. De lo malo, Splitter y English se las ingeniaron para que el marcador no hiciera todavía más dañino un primer tiempo que fue especialmente duro de digerir, 36-34.

English y Teletovic

Pese al animado inicio, el tercer cuarto tampoco pudo ser el del despegue definitivo. En los minutos iniciales se atisbó algo más de movimiento en el ataque local, pero no fue sino un espejismo, ya que la ofensiva azulgrana seguía atascadísimo. Mirza Teletovic, con sus triples salvadores, fueron el único sustento de un equipo con corazón pero sin ideas ni chispa, ante un Valladolid que cada vez se lo creía un poquito más (52-48).

Afortunadamente, a los de Fisac no les dio para más y su sueño fue cortado de cuajo con un 2+1 de English -en uno de sus mejores partidos pese a su reciente lesión- y un triple de Teletovic, que permitieron ese estirón necesario para que la agonía no se prolongara innecesariamente en una larga noche de padecimiento.

lagun aro-kanaria handia