Rusia y la UE no despejan la incógnita de si se garantiza el suministro de gas
Ante la llegada del invierno, los miembros de la UE no tienen plenas garantías sobre si podrán disponer sin problemas del gas ruso. Ucrania quiere aumentar la tasa que cobra a Rusia por el tránsito de gas y la cumbre de Estocolmo se centró en la conculcación de derechos humanos.
GARA |
La UE se reunió ayer en Estocolmo para celebrar una cumbre con Rusia en la que las cuestiones energéticas ocuparon un lugar central en la agenda, pero en la que Bruselas también criticó a Moscú por las vulneraciones de derechos humanos registradas en el Cáucaso.
«La cuestión de los derechos humanos es una preocupación creciente», explicó el primer ministro y presidente de turno de la UE, Fredrik Reinfeldt.
«Hay que reconocer abiertamente que no estamos de acuerdo», respondió el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, quien destacó que las divergencias entre Rusia y la UE también se extienden a la situación de Georgia y a la independencia de Osetia del Sur y Abjasia.
«No hay que dramatizar, sino debatir», señaló el ministro sueco de Exteriores, Carl Bildt, quien en agosto de 2008 comparó la guerra entre Rusia y Georgia con el blitzkrieg de Adolf Hitler en Europa central.
El representante de Rusia ante la UE, Vladimir Chijov, por su parte, destacó la importancia del acuerdo preliminar suscrito el lunes entre ambas partes para evitar nuevas interrupciones de suministro de gas ruso a Europa occidental.
Una cuarta parte del gas que consume la UE es de origen ruso y atraviesa Ucrania, país que tiene recurrentes desacuerdos con Rusia sobre el precio que Moscú debe abonar por este tránsito.
La primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, declaró ayer que en 2010 quiere aumentar la tarifa que Rusia paga por ese tránsito. Actualmente Moscú paga a Kiev 1,7 dólares [1,14 euros] por transportar 1.000 metros cúbicos de gas cien kilómetros. La empresa ucraniana Naftogaz quiere incrementar esta tarifa hasta los 2,8 dólares [1,88 euros].
Reunión Putin-Timoshenko
Estas declaraciones se realizaron la víspera de la reunión con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la dacha Livadia de Yalta, el mismo escenario al que acudieron en 1945 Franklin D. Roosevelt, Stalin y Winston Churchill, en representación de EEUU, la URSS y Gran Bretaña.
La reunión entre Timoshenko y Putin se celebrará en un receso de la cumbre que los primeros ministros de la CEI -todas las repúblicas que formaban la URSS excepto las bálticas- que acogerá la ciudad ucraniana para reforzar la cooperación energética.
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Ucrania conmemorará este domingo, sin grandes fastos, el quinto aniversario de la «revolución naranja», con una población sin ilusión y pendiente de las presidenciales de dentro de dos meses.
