La Comisión Suprema Independiente Electoral (CSIE) de Irak anunció ayer la suspensión de los preparativos de los comicios generales, lo que complica su celebración en la fecha prevista,. el 21 de enero de 2010. En declaraciones a la prensa en Bagdad, el miembro de la CSIE Qasem al-Abudi explicó que la Comisión ha adoptado esta decisión por el rechazo público a la ley electoral expresado por Tarek al-Ha-shemi, vicepresidente iraquí de religión sunní.

«La Comisión Suprema ha decidido paralizar todas las actividades vinculadas a los comicios hasta que se cumplan todas las modificaciones a la ley electoral», dijo Al-Abudi, quien aseguró que «será muy difícil que las elecciones puedan celebrarse en la fecha prevista constitucionalmente».

Tras intensos debates, el Parlamento iraquí aprobó la semana pasada varias enmiendas a la norma electoral, y ahora le tocaba refrendarlas al Consejo Presidencial, integrado por el presidente, el kurdo Yalal Talabani; el propio Al-Hashemi y el vicepresidente chií, Adel Abdel Mahdi.

Sin embargo, Al-Hashemi pidió la modificación de la primera enmienda para elevar el porcentaje de escaños asignados a los desplazados iraquíes en otros países de un 5% a un 15% y otorgar una mayor representación de minorías como la cristiana, la yazidí o la shabak.

Unos dos millones de los 24 millones de iraquíes viven en el extranjero. Al-Hashsemi considera que están infrarrepresentados, puesto que la Constitución establece que por cada 100.000 habitantes debe haber un diputado.

El Parlamento iraquí se reunirá hoy para debatir las enmiendas de Al-Hashemi, por lo que se podría cambiar la ley.