A pesar de que en ningún momento ligaron esta condición como innegociabble para que se apruebe el convenio de colaboración, el PP y el PSOE de la Diputación Foral de Araba parecen decididos a sacar partido de la necesidad albiazul para ver satisfecho su capricho de ver a la selección de fútbol de España jugar en algún campo de Araba, Gipuzkoa o Bizkaia. Sorprendentemente, o quizá no tanto, Nafarroa vuelve a quedarse fuera de esta nueva polémica.

Y es que, apenas dos días después de que PSE, PP y UPyD aprovecharan su mayoría trampeada en el Parlamento de Gasteiz para solicitar que la roja dispute un partido en San Mamés, Mendizorrotza o Anoeta, el secretario general de los socialistas alaveses, Charli Prieto, adelantó en la sesión en la que se debatía sobre el convenio de colaboración entre el ente foral y el Deportivo Alavés que solicitará que se incluya la petición de «un partido de la selección española en Mendizorrotza» como contraprestación al convenio.

El movimiento viene forzado en gran parte tras el chasco de los dirigentes de los partidos unionistas del parlamento de Gasteiz después de comprobar que la petición de la cámara no sirve absolutamente para nada, ya que fue la misma Real Federación Española de Fútbol la que se apresuró a explicar que en este caso, son los clubes de fútbol los que deben realizar la solicitud de que la selección española juegue en su ciudad.

Athletic y Real ya han dejado bastante claro que no parecen para nada interesados en solicitar un choque que lleva más de 42 años sin jugarse en nuestros terrenos de juego y da la impresión de que pretenden que el «marrón» le caiga al que, hoy por hoy, es el equipo de ciudad más necesitado económicamente y con menos respaldo social.

Actualmente, el convenio es clave para la viabilidad económica del Glorioso, una vez de haber alcanzado el acuerdo concursal, por lo que esta petición pone al presidente de la entidad Fernando Ortiz de Zarate contra las cuerdas en un momento especialmente crítico. Porque esta solicitud, realizada en nombre de la normalidad, llega en un momento poco normal. Llega justo en el día en el que se presentó una ampliación de capital en la que se antoja vital atomizar la sociedad para evitar otro fracaso colectivo como la posible llegada de otro Piterman, y a una gran parte de esa afición tan comprometida en toda la crisis, seguro que no les apetecerá rascarse el bolsillo para apoyar a una entidad que solicite que la roja juegue en su casa, mucho menos en una situación como la actual.

La normalidad podrá llegar cuando a los vigentes campeones de Europa les toque jugar en Mendizorrotza, San Mamés, Anoeta o El Sadar, o Agilera, como visitantes. Lo mismo que podría ocurrir con una Vuelta España que quieren pase por Arabar Errioxa, algo que no tendría nada de extraño, si ya este mismo año comenzó fuera de sus fronteras, concretamente en el circuito holandés de Assen.