A.G. |

Apesar de que hace tres años, cuando fue nombrado prelado de Palencia, Juan María Uriarte alabó de él sus «cualidades muy notables de liderazgo espiritual», el obispo dimisionario no lo quería como sustituto. Este donostiarra euskaldun, de 48 años, formado en el Seminario Mayor de Toledo -cantera de la Iglesia reaccionaria española- es el principal ariete de Rouco Varela contra la organización diocesana de la que se dotó a mediados de los años 70 la Iglesia vasca en la línea del Concilio Vaticano II.

Colaborador habitual de Radio María y ABC, entre sus reflexiones se encuentra ésta: «No hay otro camino para la liberación para las personas homosexuales que la lucha por corregir sus propias tendencias desviadas». Munilla, según sus detractores, es el enviado del presidente de la Conferencia Episcopal Española para «enterrar» el papel que han adquirido los laicos y las mujeres en la comunidad diocesana guipuzcoana, volviendo a poner de modo los hábitos decimononicos, las misas en latín y todo aquello del nacionalcatolicismo que se creía ya se- pultado en la historia.