GARA > Idatzia > Kultura

De Dior al pop-art, el objetivo de F.C. Gundlach retrata cincuenta años de moda

El museo Martin-Gropius-Bau de Berlín dedica su nueva retrospectiva a la obra de F.C. Gundlach, el fotógrafo alemán que ha reflejado en sus reportajes de moda los cánones estéticos y el «zeitgeist» de las últimas cinco décadas.

p058_f01_92x156.jpg

Nuria Vicedo

FC. Gundlach. La obra fotográfica» reúne 350 instantáneas -de Egipto a Argentina y Brasil, recalando en París y Berlín- a modo de complejo documento gráfico que muestra el espíritu cambiante de la época, del clasicismo de los cincuenta, al pop-art y a la psicodelia setentera. Para uno de los comisarios de la muestra, Klaus Honnef, Gundlach supo «poner en escena la moda en metamorfosis permanente», reflejando así «los ideales estéticos y la historia de la moda dentro del cambio social». La muestra podrá visitarse hasta el 14 de marzo.

Para Honnef, uno de los máximos valores de la obra del fotógrafo es que supone una crónica «de los deseos y los sueños» de una época y que permite, además, seguir la historia de los medios impresos alemanes de posguerra a través de sus instantáneas. «Es un arquitecto de imágenes. Sus fotografías siempre se prestan a nuevas perspectivas y nuevas miradasa, afirma. De su primera fase experimental en París, Gundlach se convirtió en la década de los sesenta en el retratista más renombrado de artistas y actores y en el fotógrafo estrella de dos de las revistas de moda más leídas en Alemania: «Film und Frau» y «Brigitte». A las órdenes de esas publicaciones, el alemán capturó no sólo decenas de series dedicadas a las nuevas tendencias sino que también realizó documentales sociales en países como Japón, Tailandia y China y tomó memorables retratos, como la serie dedicada a Romy Schneider.

Sissi y Romy

El fotógrafo, de 83 años, recuerda que la legendaria actriz -que encarnó en la gran pantalla a la Emperatriz Sissi de Austria- «se escondía detrás de sus papeles» pero, en privado, «era muy insegura. Pero allí conmigo, sin nadie alrededor, pudo ser ella misma», señala acerca de unas imágenes que aúnan realismo, tristeza y vulnerabilidad.

Para otro de los comisarios, Sebastian Lux, el fotógrafo tiene la habilidad de mostrar a las personas «sin máscaras, filtros, ni poses» y sin la acostumbrada «aura de héroes» que le conferían los retratistas de esa época. Incluso Cary Grant -una de las pocas figuras extranjeras presentes en la exposición- aparece relajado y natural, aunque siempre impecable, apoyado sonriente contra una pared. Lux destaca la labor de Gundlach como «encuadrador de la vida moderna», que materializó con sus imágenes «los anhelos» de la sociedad a lo largo de cincuenta años. Actrices alemanas como Maria Schell y Sonja Ziemann y cineastas como Jean-Luc Godard y Willi Baumeister protagonizan algunos de los retratos de la exhibición, en la que ha colaborado la Casa de la Fotografía de Hamburgo, que dirige Gundlach.

La parisina Plaza de la Concordia, la berlinesa Columna de la Victoria y la pirámide de Cleops, en Egipto, son algunos de los encuadres naturales en los que retrató sus series de moda, en las que las maniquíes lucen, entre otros, vestidos diseñados por Lanvin y Dior. En un aeropuerto, ante edificios institucionales de Brasilia o en unos baños marroquíes, el fotógrafo impregnó de su mirada centenares de portadas y reportajes gráficos de las últimas cinco décadas, de las que el Martin-Gropius-Bau muestra un nutrido muestrario. Sólo para «Brigitte», entre los años 1963 a 1986, las imágenes de Gundlach aparecieron en 5.500 páginas de 180 volúmenes. El fotógrafo también colaboró con la revista «Deutsche Illustrierte», con varios documentos gráficos sobre el Estado español, entre ellos «Carmencita Franco, la hija del caudillo. La historia de un gran amor», que fue portada en 1953.

 

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo