El Ayuntamiento está empeñado en dar a conocer el resultado de su iniciativa «Izurtza, denon artean!», con la que ha pretendido visualizar que la institución mantiene las puertas abiertas a la hora de recoger cualquier propuesta que le planteen los vecinos. El objetivo último es mejorar la calidad de vida de los habitantes de esta localidad de Durangaldea gobernada por la izquierda abertzale desde 2007.

Sus responsables estiman que la mitad del mandato era un buen momento para desarrollar este proceso participativo, en el que se ha recabado la opinión de los vecinos acerca de un futuro edificio multiusos, la renovación de la consulta médica, las características del nuevo polígono industrial, la construcción de viviendas de protección, la creación de un parque público y la vieja reivindicación de una variante, entre otros asuntos.

En tres asambleas abiertas, en las que ha participado una media de 40 personas, los asistentes han opinado, por ejemplo, cómo promover la edificación de pisos de protección que evite que la población de Izurtza envejezca, por que los jóvenes se ven obligados a trasladarse a otros municipios de Durangaldea para buscar una vivienda. Con la promoción de pisos, que se prevé edificar detrás del caserío Garaunza, se quiere también consolidar el casco urbano de Izurtza y aprovechar el escaso suelo público existente.

También se habló acerca de la reciente sentencia del TSJPV que da la razón a los argumentos de la izquierda independentista en relación a la ampliación del polígono industrial. El equipo de gobierno que lidera Lorea Muñoz apuesta por conseguir un equilibrio entre industria y medio natural, anteponiendo el interés general frente a los particulares y garantizando la subsistencia de la actividad y los puestos de trabajo.

El proyecto de la variante

Otro asunto que preocupa a los izurtzarras es transformar la actual BI-623 en una vía urbana, trasladando el tráfico pesado que tiene su origen en las canteras de Mañaria e industrias de la comarca a una variante. Iker Ballarin, teniente alcalde y concejal de Urbanismo, recuerda que llevan «dos años detrás de la Diputación» para que dé prioridad a este proyecto. «Están llenando de rotondas y variantes Durangaldea, pero parece que nunca le llega el turno a Izurtza. Lo único que hacen es poner disculpas», subraya.

Su propuesta es que el nuevo vial vaya de la rotonda de Tabira a la situada junto a la gasolinera, en las cercanías del polígono de Arbisolea, liberando de este modo el centro del pueblo, muy castigado por el continuo tránsito de camiones.

Otro proyecto de inmediata ejecución será la creación de un parque público en la trasera de la iglesia, además de la construcción de un nuevo vial al barrio de Uresandi. Será una de las nuevas infraestructuras que se pretenden acometer, como el centro multiusos, la renovación de algo tan básico como la consulta médica o de la red de abastecimiento de agua.