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Raimundo Fitero

A su servicio

Las grandes corporaciones privadas, públicas y dudosas, destinan grandes cantidades de dinero a un apartado que se denomina promoción y que en demasiadas ocasiones se trata simplemente de propaganda, publicidad, imagen de marca. Las instituciones públicas realizan campañas de concienciación, o simplemente realizan campañas que sirven, según entienden sus responsables, para crear una imagen al ministerio, la comunidad autónoma, la región o lo que aparentemente se imponga como mensaje principal, aunque todos saben que sirven más que nada para que se promocionen los titulares de esas instituciones o el partido que en cada momento sustenta la mayoría gobernante.

Cuando esos anuncios televisivos que forman parte de unas extensas campañas en muchos medios de comunicación venden una marca de una empresa más o menos privada, ¿quién es el beneficiario final de esa supuesta promoción? La respuesta inmediata es fácil, la propia empresa, se trata de instalar una marca en el imaginario de amplios sectores de la población para que después se beneficie en sus acciones de contratación por concurso público. Pero cuando se trata de una empresa que su mayor actividad conocida es realizar obra pública, ¿a quién van dirigidos sus excelentes anuncios? ¿Quien de nosotros puede contratar la realización de un tramo de un autopista o de un túnel para que coloquen unas vías por las que posteriormente irán unos vagones de un tren rápido, que irá lento, hasta que no encuentre la línea recta?

Parece claro que el talento creativo está al servicio del mejor postor. Es una ley de mercado. Pero lo que empieza a provocarme un cierto desasosiego es que los mejores anuncios, con aparentemente mayor carga filosófica, con una estética realmente potente, acaben estando al servicio de mensajes que nada tienen que ver con esa misma filosofía. Quizás sea la norma, que el talento ofrece coartadas, trucos, busca en su calidad otros nichos de clientela. Sucede con las eléctricas, sin ir más lejos. ¿No han visto sus preciosos anuncios tan mentirosos en lo que dicen que van a hacer y lo que hacen las empresas? Yo diría que es publicidad engañosa. O simplemente tramposa.

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