Fin del secuestro del «Alakrana»
Los arrantzales rompen su silencio y cargan contra el Gobierno español
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz llamó ayer a declarar a los marineros vascos del «Alakrana» y éstos aprovecharon la cita para explicar lo vivido durante el secuestro. Tuvieron duras palabras para los piratas, y pidieron ayuda para la tripulación del carguero «Ariana», que lleva seis meses secuestrado, pero también censuraron la actuación del Gobierno español. «Asquerosa», la calificaron.
Nerea GOTI | GERNIKA
Los arrantzales que junto al resto de la tripulación del «Alakrana» permanecieron secuestrados a manos de piratas somalíes durante 47 días aprovecharon que habían sido citados a declarar por el juez Santiago Pedraz para dar su versión de lo sucedido desde el inicio de su largo cautiverio, el 2 de octubre, y relatar su experiencia a los numerosos medios de comunicación que ayer se acercaron hasta los Juzgados de Gernika.
Fueron varios los tripulantes que hicieron declaraciones tras testificar ante el juez, y tuvieron duras palabras tanto para aquéllos que los mantuvieron secuestrados durante mes y medio, de quienes dijeron que les habían tratado «como animales», como contra el Gobierno español, cuya actuación en todo este tiempo fue calificada incluso de «asquerosa».
Quien utilizó este término fue Víctor Bilbao, maquinista del atunero, quien explicó que «el peor momento» fue cuando se anunció que dos de los piratas habían sido detenidos por la Armada española. «Los piratas se pensaban que habían muerto, y decían: `Si ésos vienen muertos, vosotros también muertos; si ésos vienen con un pie cortado, vosotros vais con un pie cortado'», detalló. En parecidos términos se expresó el cocinero, Ángel María Diego, quien afirmó que cuando la tripulación se enteró de las detenciones, «supimos perfectamente que [las autoridades españolas] la habían cagado», explicando que la primera reacción de sus secuestradores fue de ira. «Cogieron el arma y estuvieron a punto de matarnos a todos», explicó.
Bilbao, por este motivo, se refirió a la exigencia por parte de los piratas de que sus dos compañeros sean enviados a Somalia, que habían puesto como condición para liberar a los marineros, y declaró que «han hecho un acuerdo con el Gobierno y me parece que los van a dejar libres, así que, que los dejen», porque, explicó, si no cumplen con el acuerdo y los piratas atrapan otro barco con bandera española, «pobrecitos».
«Les estaban tomando el pelo»
Sobre las negociaciones entre los piratas y el Gobierno español, el jefe de máquinas del «Alakrana» declaró que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero sabía lo que pedían los secuestradores, pero que «desde el primer momento les estuvieron dando largas». «Los piratas -relató- nos decían que el Gobierno les estaba tomando el pelo», porque aunque el dinero «ya estaba», había que soltar a los dos somalíes capturados.
A su juicio, los piratas tomaron la decisión de liberarles porque estaban «hasta las narices del Gobierno» y, sobre la actuación de éste, criticó que «está ahí para la foto, y para darte abrazos y besos, si no, ahí te mueras». También censuró su actitud en el trato con algunos tripulantes, una vez producida la liberación, ya que «a los únicos a los que les han puesto médicos ha sido a los gallegos».
Sobre el trato recibido durante su cautiverio, en el que la mayor parte del tiempo los tripulantes permanecieron recluidos en sus camarotes, a excepción del patrón y del capitán, explicó que habían sufrido todo tipo de vejaciones, y que al patrón, Ricardo Blach, «le han pegado y vejado bastante».
Situación en el «Ariana»
Tanto Bilbao como el engrasador Gaizka Iturbe se detuvieron especialmente en detallar la situación que vive el carguero «Ariana», de bandera maltesa y en el que viajan 24 tripulantes ucranianos, a quienes el armador, griego, «ha abandonado a su suerte» tras negarse a pagar el rescate y lleva secuestrado desde el pasado 2 de mayo.
Bilbao, a quien la emoción obligó a interrumpir varias veces su relato, explicó que el 14 de octubre los marineros del «Alakrana» fueron conducidos al «Ariana», donde viven dos mujeres, una de las cuales ha hado a luz durante el cautiverio, y una niña de once años que, según declaró, ha sido violada por un «niño pirata» de 14 años que «andaba con dos pistolas amenazando a todos».
«Les dimos comida, fruta para el bebé y un poco de gasoil», apuntó, señalando que también quisieron darles medicinas pero que los piratas las tiraron al agua. El maquinista del «Alakrana», en este sentido, imploró que «se metan a rescatar a esa gente de alguna manera, porque van a morir». Igual que su compañero, Iturbe también se mostró conmocionado por lo visto en el «Ariana» y dijo que esa había sido «la peor experiencia» de todo el secuestro.
El gruista Andoni Gotxi explicó, por su parte, la tensión que vivieron cuando los piratas se pusieron a disparar en el barco. «No sabíamos para dónde iban los tiros», recordó.
El ondarroarra Patxi Valades fue el primero en llegar a los Juzgados, acompañado por su esposa, y a la salida explicó que Pedraz no les preguntó por el rescate ni les enseñó fotografías de los dos piratas detenidos. Fuentes jurídicas explicaron que ello se debe a que la causa contra ambos está concluida y que están a la espera de ser juzgados. El segundo en llegar a la cita con el juez fue Víctor Bilbao, y luego los otros cinco, que lo hicieron en grupo. El capitán, Iker Galbarriatu, no hizo declaraciones ante los medios.
El juez Pedraz ofreció a los arrantzales, que estuvieron acompañados por abogados de la empresa armadora Echebastar Fleet, la posibilidad de personarse en la causa como acusación particular, aunque en principio ninguno quiso emprender acciones legales.
Mientras tanto, fuentes de la empresa armadora informaron ayer de que el «Alakrana», con su nueva tripulación, y con seguridad privada a bordo, saldrá esta misma mañana a faenar apenas cinco días después de que llegara a Puerto Victoria tras 47 días de secuestro.
Varios de los arrantzales que hablaron ayer relataron la situación que sufren los tripulantes del «Ariana», un carguero que lleva seis meses cautivo, «abandonado a su suerte», en el que una mujer ha dado a luz y una niña de once años ha sido violada.
Víctor Bilbao, jefe de máquinas del «Alakrana», explicó que los piratas escuchaban la BBC y que a la hora de la cena contaban a los miembros de la tripulación lo que decían los políticos. «Y todavía nos hundíamos más», evocó.
Patxi López, que apareció ante los medios tras varios días ausente por enfermedad, defendió la actuación de los gobiernos y negó que éstos hubieran improvisado. «No existen pautas marcadas ni manuales para resolver un secuestro», argumentó.
«Espero que nadie pretenda hacer compartir la responsabilidad a ningún Gobierno ni a ninguna persona que no sean los propios piratas». Después de varios días ausente de la vida pública, al parecer aquejado de una ciática, Patxi López compareció ayer ante los medios tras el Consejo de Gobierno semanal y, en lo que respecta al secuestro del «Alakrana», su intervención estuvo dirigida a pedir que no se haga responsable a quienes han gestionado las negociaciones durante todo este tiempo.
El lehendakari argumentó que la liberación de los marineros, que se produjo mes y medio después del secuestro, era «el objetivo prioritario que todos queríamos conseguir, por encima de otras consideraciones», y pidió por ello que «nadie intente utilizar el secuestro del `Alakrana' y la desgracia y angustia sufrida por las familias y por el conjunto de la sociedad vasca para buscar réditos electorales o políticas».
Insistió, en este sentido, que «sólo los piratas, violentos y chantajistas, han sido los responsables del secuestro». López sostuvo que «los piratas no respetan ninguna ley ni norma y desprecian la vida ajena», mientras que los gobiernos «tienen limitada su actuación en la defensa de la salvaguarda de las vidas de los secuestrados y la defensa del Estado de Derecho». «Mantener estos dos principios -defendió- es algo tan complejo que es cierto que a veces no todo el mundo puede entender lo que se hace en cada momento».
El inquilino de Ajuria Enea, a quien diversas fuentes han señalado como uno de los responsables de la detención de dos de los supuestos secuestradores, un hecho que complicó las negociaciones para la liberación del «Alakrana», rechazó las acusaciones de «improvisación» en la gestión del secuestro y esgrimió que «no existen pautas marcadas ni manuales a los que acudir para resolver un secuestro».
Asimismo, valoró que la solución de un secuestro «no se puede plantear como una mera negociación» y consideró que «sólo la unidad de las instituciones y de los ciudadanos puede minar la fuerza violenta de los delincuentes, mientras que lo contrario les fortalece». GARA
El portavoz del PP en la Comisión de Exteriores del Congreso español, Gustavo de Arístegui, aseguró ayer que un gobierno liderado por su partido no hubiera pagado el rescate por la liberación del «Alakrana». En un desayuno organizado por Executive Forum, Arístegui señaló que el PP -que antes de producirse la liberación estuvo apoyando al Gobierno de Zapatero porque «lo importante» era poner en libertad a los marineros- habría hecho lo que hicieron los mandatarios franceses ante otro caso de secuestro, en el que pusieron localizadores en la bolsa del dinero y luego mataron a varios de los supuestos piratas. «Si eso se hubiera hecho en el `Playa de Bakio' no habría habido `Alakrana'; ése es el razonamiento que hay que hacer», sostuvo.
Asimismo, y en declaraciones a Europa Press, el diputado del PP consideró «extremadamente grave» que el Gobierno español haya podido facilitar el pago del rescate, y reprochó que desde el Gabinete de Rodríguez Zapatero no hayan mostrado «firmeza y determinación frente a las ilegalidades».
Lo cierto es que, frente a la mesura y la responsabilidad demostrada por los familiares de los secuestrados y los propios arrantzales, que hasta ayer no habían hecho ninguna declaración sobre este tema, el secuestro del «Alakrana» ha sido utilizado como munición en la confrontación política, especialmente por PP, PNV y PSOE.
En este contexto, la vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, informará hoy sobre los detalles del secuestro ante el pleno del Congreso, cuando concluya la sesión de control al Ejecutivo, según acordó ayer la Junta de Portavoces de la Cámara Baja.
La incorporación de este punto al debate fue aceptada unánimamente por los representantes de los grupos parlamentarios, un requisito imprescindible para que la comparecencia pueda celebrarse, ya que comportaba modificar el orden del día que ya se había fijado la semana pasada. De esta forma, la mano derecha de Zapatero dará cuenta de las gestiones llevadas por el Gobierno durante los 47 días en los que ha permanecido secuestrado el «Alakrana», y lo hará a petición propia y también a requerimiento de los grupos del PP y del PNV. GARA
Mientras la tripulación secuestrada intenta descansar tras la pesadilla, el armador del «Alakrana» anunció ayer que seguramente el atunero saldrá esta misma mañana a faenar en el Índico. Lo hará con nuevos tripulantes y personal armado a bordo.