El Parlamento de Gasteiz, donde los unionistas han conseguido la mayoría valiéndose del «apartheid político», ha respaldado por primera vez la política penitenciaria del Gobierno español y ha votado en contra del acercamiento de los prisioneros políticos vascos. Esta iniciativa, que fue presentada por EA, fue votada sin su consentimiento; y es que su portavoz parlamentario, Jesús María Larrazabal, exigió su retirada antes de proceder a las consiguientes votaciones. Sin embargo, la presidenta de la Mesa, Arantza Quiroga, no permitió dicha retirada sin que exista en el Reglamento de la Cámara ningún artículo que impida la retirada de una proposición no de ley antes de que se haya votado. Esta actitud ha enfurecido a Larrazabal, que aseguró estar «hasta el cogote» de situaciones como ésta, y sentenció que en esta Cámara no impera ni la «inteligencia ni la razón».