«Ankara compra el silencio de los militares con reducciones en cargos de guerra sucia»
Invitada por GITE-IPES para el ciclo de conferencias «La mujer en Oriente Medio», Berfin Nesrin, periodista de la principal cadena de televisión kurda en el exilio, comparte con GARA sus temores y esperanzas ante el proceso de paz en ciernes entre turcos y kurdos.
Karlos ZURUTUZA |
A Berfin Nesrin ya le ha crecido el pelo desde que se lo rapara al cero el año pasado. Fue una forma de protesta de muchos kurdos, y algunas kurdas, por el trato que recibe Abdulá Öcalan, el líder del PKK encarcelado desde hace 10 años. Acaba de llegar de un viaje de tres meses por Kurdistán Sur (norte de Irak), la única región de su patria dividida a la que puede viajar sin riesgo de que la encierren, o la ahorquen. Se trata de un trabajo de campo que tendrá su continuación en los estudios que ROJ TV tiene en Bruselas, y cuyo resultado final llegará a millones de kurdos en todo el mundo, vía satélite. Berfin sueña con volver algún día a la tierra que dejó atrás con sólo seis años. Hasta entonces, seguirá trabajando para ello desde el «corazón» de Europa.
¿Qué distingue a Roj TV del resto de las televisiones kurdas?
Roj TV es una televisión tanto para los kurdos como para el resto de los pueblos de Oriente Medio. Emitimos en todos los dialectos kurdos, pero también en árabe, asirio, turco, persa y armenio. Asimismo, es una cadena para todas las confesiones religiosas de la región, sean cristianos, alevitas, yezidíes, musulmanes chiítas o sunitas...
¿Por qué se empeña Turquía en ilegalizar a ROJ TV?
Los turcos no ven con buenos ojos los cambios que se han producido en la sociedad kurda durante los últimos años. Los kurdos hemos reivindicado nuestra condición nacional y nuestros derechos como pueblo hace relativamente poco. Se trata de un cambio que ha venido no sólo de la mano del PKK sino que también se debe al trabajo que se hizo desde Med TV, luego Medya TV, y después ROJ TV. A través de las ondas también hemos jugado un papel muy importante al acercar tanto a los kurdos divididos en Oriente Medio como a los de la diáspora.
¿Sigue ROJ TV en el punto de mira de Ankara?
Las autoridades danesas no han encontrado ningún indicio que relacione a ROJ TV con `actividades terroristas', como insistía Turquía. En Alemania, se suspendió la emisión en 2008, pero recientemente nos han permitido volver a nuestras instalaciones y recuperar todo nuestro material, por lo que ya estamos trabajando allí de nuevo. Las razones de la clausura de la cadena en Alemania y de su posterior reapertura siguen siendo un misterio para todos.
¿Cómo se ve desde ROJ TV el proceso de paz en ciernes entre Ankara y Diyarbakir?
Tenemos razones para ser optimistas aunque todos somos conscientes de que el proceso puede saltar por los aires en cualquier momento. Sólo el hecho de plantear la cuestión kurda, de poner el problema sobre la mesa, es todo un avance en sí mismo. Conservamos la esperanza, pero también sabemos que necesitaremos grandes dosis de paciencia.
¿Cuales serán, en su opinión, los principales obstáculos en este proceso negociador?
Todo el mundo sabe que en Turquía hay un `Estado oculto', un poder en la sombra que puede reventar el proceso en cualquier momento. Por otra parte, es crucial que algún representante del pueblo kurdo, sea el DTP, Öcalan o el PKK, esté en la mesa de diálogo. Hoy todos nos preguntamos si el AKP se está tomando esto en serio o si se trata de otra maniobra electoral del partido en el Gobierno. No sería la primera vez.
El Ejército turco está actuando de forma extrañamente discreta para lo que es habitual en él. ¿Baraja usted alguna teoría?
Muchos generales de renombre han reconocido públicamente que la lucha contra el PKK no ha dado sus frutos y son hoy favorables a un proceso de negociación. Varios de los que están en contra han sido sentados en el banquillo por el juicio a Ergenekon, pero se les ha concedido una reducción de penas sustancial, y muchos ni siquiera pisarán la cárcel. Asimismo, hace unas pocas semanas, salió a la luz un documento interno del Ejército, firmado por un conocido mando militar, que recogía la intención de asesinar al presidente turco, Abdulá Gül. El general en cuestión fue detenido, pero puesto en libertad al poco. Son noticias que aparecen y desaparecen en los medios, sin que nadie se explique por qué. Creo sinceramente que Ankara está `comprando' el silencio de los militares a cambio de reducciones en penas por cargos relacionados con la guerra sucia. Hay un pacto entre los militares inculpados en Ergenekon y el Gobierno para encauzar el proceso de paz. También creo que el Ejército está recibiendo presiones desde Washington.
¿Cuándo cree usted que podrá volver a poner pie en Kurdistán Norte?
No pierdo la esperanza de volver algún día. Desde el movimiento kurdo nos hemos dado de plazo hasta la primavera para ver si se producen avances reales en el proceso. Por el momento, no quiero pisar suelo turco y pasarme doce años en la cárcel por el simple hecho de haber trabajado en ROJ TV.
«Somos conscientes de que el proceso puede saltar por los aires en cualquier momento. Sólo el hecho de plantear la cuestión kurda es un avance en sí mismo»
«Hay un pacto entre los militares inculpados en Ergenekon y el Gobierno para encauzar el proceso de paz. El Ejército recibe presiones desde Washington»