La asociación de familiares de presos políticos vascos ha denunciado con contundencia la pérdida de 43 vis a vis en las cárceles del Estado español durante el pasado fin de semana «porque, una vez más, han pretendido cachear y humillar a través del contacto físico a familiares y amigos».

En concreto, las visitas fueron suspendidas en Granada, Brieva, Puerto, Málaga, Curtis, Alacant, Badajoz, Topas, Ocaña II, Herrera de la Mancha, Soria y Córdoba. Con éstas son ya más de 160 las visitas de este tipo que se han perdido en un mes.

Etxerat considera «escandalosos» estos procederes, sobre todo cuando «cuentan con medios electrónicos como arcos y raquetas», y añade que el objetivo es «aislar a los presos de su entorno social y familar y golpearlos psicológicamente».

Tras reiterar que llevarán la denuncia de «esta politica carcelaria criminal» a cuantas instancias jurídicas e institucionales sean necesarias, recordaron que «pondrán todo su empeño para no dejar solos» a los presos y para que tanto sus derechos como los de sus familiares «sean respetados».

Riesgo de expulsión

Por otro lado, la asociación Usurbilen Nahi Ditugu ha alertado del riesgo inminente de expulsión del Estado francés del preso Jose Domingo Aizpurua, que se encuentra encarcelado en Perpinya. Aizpurua terminará su condena el 11 de diciembre y dado que sobre él pesa una prohibición del territorio, están convencidos de que será inmediatamente expulsado.

Ante el temor de que se reproduzcan los hechos de hace quince años, cuando el usurbildarra fue entregado a la Guardia Civil y sufrió graves torturas que fueron denunciadas en su día por el CPT (Comité para la Prevención de la Torutra) antes de quedar libre sin cargos, la asociación de familiares ha alertado a la opinión pública y a las instituciones para que hagan cuanto esté en sus manos «para preservar la integridad» de Aizpurua.

Además, el estado de salud del preso político, que ha sido tratado recientemente de un cáncer, es un motivo más de inquietud para la asociación que el 24 de noviembre presentó una moción en el ayuntamiento de Usurbil para que el día de su salida se haga seguimiento de lo que suceda y se tomen medidas en caso de que fuese detenido. La moción fue aprobada con los votos de los concejales de la izquierda abertzale y de Aralar.