LAB exige un fondo de compensación para los afectados por el amianto
LAB mantendrá una campaña permanente en contra del amianto. Ibon Zubiela, secretario de Salud Laboral del sindicato, afirmó que exige la creación de un fondo de compensación para resarcir a las víctimas del amianto y pidió el traspaso de la Seguridad Social a Euskal Herria para activar ese mecanismo de apoyo a las personas afectadas. Por otra parte, el TSJPV ratificó la condena a Renfe y Wagons Lits por la muerte del trabajador Marcos Albitre, en 2006.
Juanjo BASTERRA
LAB presentó ayer en Bilbo una campaña permanente para inculcar a los trabajadores los efectos malignos del amianto, para aflorar aquellos centros donde hay o ha habido actividad con ese mineral cancerígeno y, a la vez, para exigir que se cree un Fondo de Compensación para resarcir a las víctimas. Ibon Zubiela reclamó la transferencia de la Seguridad Social a Euskal Herria para este fin.
En el Estado francés existe un fondo de esas características y resulta escaso, por el efecto negativo del amianto. En el Estado español no se contempla esa solución, por lo que LAB da un paso en esa dirección, igual que las asociaciones de víctimas del mineral cancerígeno y otros sindicatos, como CCOO.
El secretario de Salud Laboral de la central sindical, Ibon Zubieta, Argider Rodriguez e Iker Esporosin, miembros de ese área, recordaron en Bilbo que más de 100.000 personas mueren al año en el mundo por culpa del amianto, que se calcula que en los próximos treinta años fallecerán en la Unión Europa 500.000 personas que estuvieron en contacto con el mineral, de los que entre 30.000 y 40.000 serán del Estado español y entre 6.000 y 10.000, de Hego Euskal Herria.
Zubiela explicó que esta campaña de LAB será permanente porque se calcula que los efectos dramáticos llegarán dentro de unos cinco o diez años, ya que el cáncer que surge por el contacto con amianto aparece diez o cuarenta años después de haber estado trabajador en contacto con las fibras del mineral. Está latente «hasta que da el zarpazo final, que es cuando en la mayoría de los casos no puedes hacer nada».
Argider Rodriguez reconoció que el amianto se ha convertido en «una epidemia silenciosa». Sus efectos malignos se conocieron a finales del siglo XIX e inicios del XX, pero no se prohibió su comercialización y utilización hasta inicios de este siglo, en el año 2002. La representante de LAB recordó que fue así porque se atendieron los intereses económicos de los empresarios en vez de atender a la salud de los trabajadores. En este sentido, Iker Esporosin explicó que la campaña también será activa en los centros de trabajo para conseguir que se logre «un mapa del amianto completo» y se realizará «un listado completo de aquellos trabajadores que estuvieron expuestos a amianto ,y ya no se encuentran en activo». LAB tendrá en su página web un lugar permanente de denuncia pública dedicado al amianto.
Ibon Zubiela reclamó, por último, que se aborde el tema del amianto desde las autoridades competentes «como un problema no sólo de salud laboral, sino de salud pública». También exigió que se establezca una relación entre la importación y las enfermedades derivadas de ese mineral cancerígeno.
LAB reclama que los parlamentos autonómicos de Hego Euskal Herria, las diputaciones y los ayuntamientos elaboren un inventario de los lugares donde todavía existe amianto. Pero también actuará para que se prohíba el uso del amianto y los procesos de desamiantado en terceros países, porque, aún conociéndose los efectos malignos, todavía en muchos países se produce y se trabaja con amianto. Reclama la creación de un registro de enfermedades relacionadas con ese mineral y un registro real de las empresas y, entre otras medidas, la vigilancia de la salud.
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha ratificado la condena a Renfe y Wagons Lits a pagar el recargo de prestaciones del 50% por falta de medidas preventivas en el origen de la enfermedad y muerte por amianto de Marcos Albitre, empleado de esta última empresa desde 1981. Primero como camarero y más tarde como literista, compatibilizando sus tareas con la limpieza y acondicionamiento en los vagones, propiedad de Renfe, el trabajador enfermó causando baja en 2005 a consecuencia de un cáncer de pleura o mesotelioma, falleciendo un año después.
CCOO destaca especialmente que, frente al olvido durante años por parte de empresas y autoridades de los riesgos cancerígenos y a la actual orientación exculpatoria a los empresarios infractores por parte de la Inspección de Trabajo, la sentencia señala muy claramente que antes de 1980 existía ya una legislación que las empresas estaban obligadas a cumplir, adoptando medidas frente a los riesgos cancerígenos del amianto. Una Sentencia del Juzgado de lo Social de Bizkaia condenó a Wagons Lits y Renfe a pagar solidariamente el recargo de prestaciones con el 50% pero no a adoptar medida de protección alguna, ante los desprendimientos de los paneles que resguardaban el amianto. Esta sentencia ha sido ratificada nuevamente por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. La misma es clara: antes de que Marcos comenzase a trabajar en 1981 en Wagons Lits, la legislación ya recogía la peligrosidad del uso del amianto. J. BASTERRA