La alimentación infantil en peligro
«Lluvia de albóndigas»
La traducción correcta del título original en inglés debería ser la mucho más meteorológica «Nublado con posibilidad de albóndigas», que es lo que van a descargar los nubarrones.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
A la tercera va la vencida, porque el departamento de animación de Sony consigue su primer gran éxito tras los intentos fallidos con «Colegas en el bosque» y «Locos por el surf». Los expertos dicen que fallaron los guiones, pero en Sony saben muy bien que no pueden competir con Pixar en ese terreno, así que optan por un tipo de animación más informal y que permite un mayor descuido argumental. La baza principal es el humor, cuyo grado de alocamiento hace que los dibujos no tengan porque ser muy precisos o realistas. «Lluvia de albóndigas» incorpora a los gags cómicos una parodia en toda regla de las películas de catástrofes. En lugar de presentar una lluvia de meteoritos lo que hace que caiga del cielo es comida basura, por lo que habrá quien quiera ver en esta intrascendental historia una crítica al consumismo y a los excesos alimentísticos en la sociedad norteamericana. No hay para tanto, pero sí se da un mensaje a favor de la humildad y en contra de la búsqueda enfermiza de notoriedad. El protagonista, a quien en la versión doblada pone su voz Flipy, es un frustrado inventor que cree encontrar su momento de gloria al provocar la ola de abundancia, pero no tarda en comprender que la saturación de grasas nunca es buena, y menos aún en forma de diluvio o plaga bíblica, por más que a los niños les haga gracia bañarse en Ketchup.