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La plantilla de Vicrila protesta contra un cierre «injustificado y de gran impacto»

El comité de empresa de Vicrila parará hoy y se manifestará en Leioa contra el cierre de la fábrica anunciado por la multinacional propietaria, el grupo Arc International. Anuncian que endurecerán las movilizaciones contra el cierre «injustificado» de una planta saneada, con beneficios.
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Nerea GOTI |

El comité de empresa de Vicrila, empresa afincada en Leioa y dedicada a la fabricación de vidrio de mesa, anunció ayer «fuertes movilizaciones a todos los niveles» en defensa de la continuidad de la fábrica. Los representantes de las siete centrales sindicales que conforman el comité defienden la decisión de endurecer las protestas después de que el propietario, la multinacional francés Arc International, comunicara el pasado 18 de noviembre «su intención de no contar con las capacidades industriales de su planta de Leioa más allá del año 2013, cuando finalice la vida útil de sus dos hornos de vidrio».

A juicio de los sindicatos, esta decisión tiene un marcado carácter político, porque no hay «nigún tipo de razón económica ni de productividad». Según explicaron, en los últimos dos años Vicrila ha aportado beneficios de 18 millones de euros y sigue siendo hoy una empresa «saneada económicamente».

El comité resalta que el cierre de Vicrila, «además de un ejercicio de irresponsabilidad empresarial que podría tener un efecto llamada para otras multi- nacionales», tendría un enorme impacto económico y social en su entorno. Destacaron al respecto que además de los 360 trabajadores que la fábrica emplea directamente, y que viven en un radio de 15 kilómetros, las empresas que subcontrata dan trabajo a unos 750 trabajadores más, y entre ellas se encuentra Lantegi Batuak, empresa que emplea a personas con discapacidades síquicas y físicas.

Indicaron, asimismo, que el 80% de las compras de Vicrila se hace a través de proveedores locales con una facturación de unos 25 millones de euros. Calcularon que el impacto anual en el entorno comercial y social del cierre de la fábrica se traduciría en una pérdida aproximada de entre 200 y 300 millones de euros, a los que habría que sumar las aportaciones de la planta a la Hacienda foral, las haciendas locales y la Seguridad Social, que estimaron en entre 5 y 6 millones de euros anuales.

El anuncio del cierre de Vicrila en el plazo de 4 años ha caído como un jarro de agua fría entre los trabajadores por la pérdida de los empleos y porque llega tras dos EREs sucesivos desde el año 2002 que han llevado a una reducción de la plantilla del 40% y que fueron presentados en su día como «garantía de futuro y base para el aumento de la productividad y continuidad de la enpresa».

«La plantilla se siente engañada y lamenta que los esfuerzos realizados en los últimos años no hayan sido valorados», reconocieron los representantes de los trabajadores, al tiempo que explicaron que tras la decisión de cierre están las pérdidas que genera la planta en suelo francés, que quieren corregir trasladando allí la producción para acceder a las ayudas del Gobierno galo a empresas saneadas.

manifestación

Hoy han convocado un paro de 24 horas y una manifestación. La plantilla se concentrará desde las 10.30 horas en las inmediaciones de la fábrica e irá más tarde al Ayuntamiento, donde registrará una petición dirigida al alcalde.

Piden a las instituciones que defiendan la planta de Leioa

El comité de empresa de Vicrila se declaró ayer «en guerra contra Arc International», en lo que respecta a su intención de cerrar la planta de Leioa, y en esa pelea pidieron que las instituciones se coloquen de su lado. Exigieron el posicionamiento y compromiso del Gobierno de Lakua, de la Diputación vizcaina y de los ayuntamientos, porque «tienen la obligación de impedir cualquier actuación que pueda ser perjudicial para la empresa y su entorno, sobre todo teniendo en cuenta las inversiones públicas que ha recibido la empresa y el impacto económico que supondrá el cierre para el entorno donde desarrolla su actividad», remarcaron.

Los representantes de los trabajadores resaltaron, asimismo, que necesitan la implicación y el compromiso del Ejecutivo de Lakua, institución con la que pedirán entrevistarse, así como con los alcaldes de la zona, a los que reclamarán apoyo a su lucha contra el cierre.

Además, dirigirán una petición específica al alcalde de Leioa, Eneko Arruebarrena, a quien solicitarán que no recalifique en el futuro como residencial los terrenos en los que se asienta la fábrica, de forma que se cierre la puerta a que la empresa pueda especular con ellos a partir del cese de la actividad. N.GOTI

planta francesa

Los sindicatos creen que Arc International quiere cerrar Vicrila y llevar la producción a la planta francesa, para acceder a las ayudas del Gobierno galo para sanear empresas con la condición de que retornen a suelo francés.

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