Visita a La Romareda
Sangre nueva, vieja meta
Joaquín Caparrós incluye a Jonás Ramalho en una convocatoria en la que más de la mitad de los jugadores no supera los 24 años.
Amaia U. LASAGABASTER I
A la escalada de Jonás Ramalho hasta el primer equipo sólo le queda el último paso, el del debut, después de que Joaquín Caparrós ya le haya incluído en su primera convocatoria -aunque el técnico realizará hoy un último descarte-. El defensa del juvenil rojiblanco, que cumplió 16 años en junio, entra en una lista en la que mas de la mitad de los jugadores no supera los 24 años.
Lesiones, sanciones -el equipo viaja a Zaragoza con un total de nueve bajas- y la querencia del técnico por los nuevos valores de Lezama siguen reduciendo la edad media de un equipo que esta vez plantará cara con jugadores como Mikel San José, Javi Martínez y Markel Susaeta en el once; y Jonás, Muniain o Iñigo Pérez en el banquillo. La incorporación de Jonás, además, puede traducirse en un nuevo récord en la historia del club: si llega a vestirse de corto antes del próximo 21 de enero, batirá la marca de precocidad que establecía Iker Muniain el pasado mes de julio, cuando se enfrentó al Young Boys con 16 años, 11 meses y 7 días. El barakaldés, además, será el primer jugador negro en defender la camiseta del Athletic, una hermosa muestra de los nuevos tiempos.
La continua transfusión de sangre fresca al primer equipo, de todos modos, debe ejercer de poco más que anécdota ante la visita del Athletic a Zaragoza, donde perseguirá una meta tan vieja como el propio deporte de competición. Es decir, la victoria, que refrendaría la buena línea de los bilbaínos -el tropiezo frente al Valencia hay que circunscribirlo exclusivamente al marcador- y les mantendría entre los aspirantes a pelear por la clasificación europea.
Lo intentarán ante un equipo en situación diametralmente opuesta. Con una sola victoria en las ocho últimas jornadas -y apenas un punto en los cuatro últimos partidos-, el Zaragoza se ha situado al borde del abismo. Los nervios cunden en la capital maña, algo de lo que espera sacar provecho un Athletic especialmente confiado tras sus últimas actuaciones a domicilio, con tres victorias consecutivas ante Racing, Almería y Austria.
El asalto a La Romareda lo intentará, de nuevo, un once forzosamente renovado, después de que a la sanción de Koikili se le hayan unido los problemas físicos de Fran Yeste. Tampoco se han recuperado a tiempo Ustaritz y De Marcos, aunque sí otros jugadores que arrastraban dolencias de diferente tipo y que entrarán directamente en el once titular, como Gurpegi, Susaeta, Toquero o Llorente.
Susto de Llorente
Este último con nuevo susto incluído, después de que ayer, en el último entrenamiento, se torciera la rodilla.
Pese a reconocer que «es doloroso», Caparrós se mostró «casi seguro» de que «no habrá ningún tipo de problema» para que el delantero pueda jugar, aunque por si acaso incluyó a 19 jugadores en la convocatoria. Si Llorente no está a punto, Joseba Etxeberria o Muniain entrarían en el once.
La incorporación continua de nuevos valores al primer equipo demuestra, en opinión de Joaquín Caparrós, que «la fábrica» de Lezama «no deja de generar futbolistas». También que el modelo del Athletic «tiene mucho recorrido, que la gente que capta a estos chicos tiene un buen ojo y que los técnicos de las categorías inferiores los van moldeando para que lleguen al primer equipo. No hay diferencias entre Jonás, Muniain, Iturraspe o Susaeta», aseguró.
En lo que respecta al partido de La Romareda, el técnico cree que la situación del Zaragoza es un arma de doble filo. El Athletic puede aprovechar los nervios del rival, pero también puede ser «un encuentro muy complicado contra un equipo enrabietado y de jugadores con experiencia. Saben que este es el partido más importante que tienen». En este sentido, sin embargo, Caparrós cree que la motivación no debe ser menor para su propio equipo. «Tenemos que afrontarlo igual -subrayó el utrerano-. En cuanto a motivación y actitud no nos pueden ganar, como mínimo tenemos que empatar». A.U.L.