Cumbre sobre cambio climático en Copenhague
La Policía danesa se emplea a fondo ante la llegada de los líderes mundiales
La Policía danesa volvió a reprimir las protestas que estos días se suceden en Copenhague con motivo de la celebración de la Cumbre de la ONU sobre el Clima. Las fuerzas de seguridad volvieron a practicar nuevas detenciones en víspera de la llegada de los jefes de Estado y de Gobierno, presencia que se ha utilizado como pretexto para restringir la asistencia de las ONG a la conferencia. Sólo 90 de los 22.000 delegados acreditados podrán acceder el viernes al Bella Center.
GARA | COPENHAGUE
La Policía danesa ha intensificado las medidas de seguridad en vigor desde el pasado 7 de diciembre de cara a la llegada, el viernes, de los líderes mundiales a la cumbre sobre el cambio climático de Copenhague, y se está empleando a fondo contra las manifestaciones que a diario recorren la capital danesa.
Desde el inicio de la conferencia, se han practicado más de 1.500 detenciones, la mayoría de ellas con carácter preventivo. La mayor parte han sido ya puestos en libertad sin cargos.
Los últimos arrestos tuvieron lugar ayer. Diecisiete personas fueron detenidas tras una manifestación para exigir la apertura de fronteras a los refugiados del clima. Otras veinte fueron arrestadas en un hotel de Copenhague tras irrumpir en un encuentro entre empresarios y políti- cos, paralelo a la cumbre, en el que estaba prevista la presencia del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y del gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, aunque ninguno de ellos apareció.
Por la tarde, la Policía detuvo a un portavoz de la plataforma Climate Justice Action como uno de los supuestos organizadores de las protestas de los últimos cuatro días. El alemán Tadzio Müller, que hoy pasará a disposición judicial acusado de agredir a un funcionario público y de alterar gravemente el orden público, fue arrestado por tres policías de paisano cuando abandonaba el Bella Center, escenario de la conferencia, tras dar una rueda de prensa anunciando una movilización para hoy en la que un grupo de activistas tratará de paralizar las sesiones en el interior del centro de congresos y promover una asamblea popular en su lugar.
Además, durante la madrugada de ayer, otras 212 personas fueron detenidas los disturbios registrados en el barrio de Christiania, unas antiguas instalaciones militares ocupadas desde hace casi 40 años por una comuna autogestionada, a donde durante la tarde empujó a los manifestantes en lugar de detenerlos. Siete de los detenidos pasaron a disposición judicial por alterar el orden y el resto fue liberado. La Policía tomó Christiania tras irrumpir en el barrio con el pretexto de responder a un supuesto ataque con cócteles molotov desde su interior cuando los agentes procedían a apagar el fuego de varias barricadas.
Las detenciones comenzaron en la multitudinaria manifestación del sábado, pero la Policía apuntaba ya maneras el día 8 cuando de madrugada asaltó el campamento de Ragnhildgade, uno de los habilitados para acoger a los activistas extranjeros que han acudido a protestar contra la cumbre.
Las ONG, excluidas
Coincidiendo con la protesta del sábado, la organización de la cumbre de Copenhague comunicó que desde ayer se limitaría el acceso al Bella Center a las ONG, con carácter previo al tramo de «alto nivel» de la conferencia que congregará a 110 jefes de Estado y de Gobierno.
La tensión entre organizadores y Policía aumenta a medida que se acerca el viernes y para las ONG se acabó la fiesta. Ayer y hoy sólo 7.000 delegados de las ONG podrán acceder al palacio de congresos; mañana la cifra estará limitada a 1.000, y el viernes, sólo se autorizará la presencia de 90 delegados.
Las ONG calificaron las restricciones de «inaceptables» y «no democráticas» y, en los pasillos del Bella Center, sus responsables se tiraban de los pelos por figurar entre los 90 delegados aceptados para el viernes.
«Hacen entrar a los líderes mundiales y salir al pueblo», declaró el canadiense Ricken Patel, director de Avaaz. «Sabemos que en estas negociaciones no se puede solucionar el cambio climático si los dirigentes no sienten la presión. Me preocupa ver que se retira la presión cuando más se necesita», agregó.
El equipo jurídico Rusk denuncia que la Policía utilizó gas pimienta en las jaulas donde encerró a los detenidos en los últimos días y a los que, en algunos casos, retiró incluso el agua para beber tras los ataques.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó ayer a los 192 países reunidos en Copenhague a alcanzar un acuerdo «ambicioso» que impida el fracaso de la conferencia. «Estamos aquí para tener éxito y no para fracasar», dijo en rueda de prensa, tras participar en la inauguración del segmento de alto nivel de la cumbre climática. «Debemos ir más allá de las fronteras y buscar una solución global para un compromiso global», afirmó.
La cumbre de la ONU busca sellar un acuerdo internacional de reducción de emisiones de gases contaminantes que sustituya al Protocolo de Kioto, una vez éste expire en 2012, y que determine la financiación a los países en vías de desarrollo para adaptarse a las consecuencias del calentamiento global.
Ban afirmó que es «razonablemente optimista» y destacó que el nuevo acuerdo debe ser «justo, amplio, equitativo y operativo de forma inmediata».
«El tiempo de los retrasos y de los juegos ha terminado. Debemos dejar de señalar con el dedo a los demás, mirarnos al espejo y determinar qué es lo que pueden hacer nuestros propios países», aseveró. GARA
La cumbre de Copenhague generará más emisiones de CO2 que cualquier otra conferencia previa sobre el clima, hasta superar las 46.200 toneladas, el equivalente a 10.000 piscinas olímpicas o la cantidad que producen más de medio millón de etíopes al año.
Un grupo de ONG, entre ellas Amigos de la Tierra y ATTAC Dinamarca, otorgaron el premio «Sirena enfadada» al consorcio agrícola Monsanto, cuyos productos genéticamente modificados han contribuido a la deforestación de América Latina.
Bizi mugimenduko hogei bat lagun Euskal Herriko ordezkari gisa Kopenhageko gailurrera hurbildu ziren joan den asteburuan. Atzo gailurraren eta ekimenaren balantzeaz mintzatzean, Euskal Herriak gaur egun klima aldaketari begira sortzen ari diren «alternatiba eta erronketan parte hartu behar» duela adierazi zuten.
«Euskal Herriaren presentzia garrantzitsua da gailur horretan, gure herria industrializatua baita, eta beraz, berotegi efektua eragiten duten gasak isurtzen ditugu», argitu zuen Xalbat Dagerrezaharrek.
Hiru egunez Kopenhagen izateko aukera izan zuten beraz Biziko kideek, eta bertan, astebeteko eztabaiden ondotik, hartu diren erabakien balorazioa egin zuten.
Iban Grossiet mugimenduko kideak argitu zuen: «Herrialde garatuek egindako proposamenak ikusita, kaleratzekotan diren akordioak ekologikoki urriak, gizarte mailan bidegabeak eta teknikoki arriskutsuak dira». Horrenbestez, Kopenhagen hegoaldeko herri eta herri industrializatuen arteko ezadostasunak argiki agertu zirela nabarmendu zuen.
«Hegoaldeko herriek, horien artean Boliviak, akordio orokor bat eskatzen dute, eta, ez herri industrializatuek dioten bezala herriz herrikoa. Hegoaldeko herrien artean bloke komuna sortu da», gaineratu zuen. Halere, Bizirentzat «klimaren berotzearen» prozesua ez da Kopenhagen bukatuko.
Hegoaldeko herriak lortzen ari diren indartze etengabearekin batera, klima aldaketa dela-eta izandako mobilizaziorik jendetsuena izan da Kopenhagekoa. «2007an Londresen izandako lehenengo mobilizazioan 30.000 lagun elkartu ziren. Kopenhagen mugimendua azkartua atera da», gehitu zuen.
2010ean Mexikon izango den gailurra ekarri zuen gogora horrekin Iban Grossietek. Klima aldaketaren aurkako borroka norbere herrian eta nazioartean jorratu behar dela-eta, Bizi mugimendua ekintza gehiago egiteko asmoz itzuli da Kopenhagetik. Jada, bihar, sei eta erdietan mobilizazioa egingo dute Baionan, eta, abenduaren 22an, berriz, gaualdia antolatuko dute Baionako l'Atalante zinegelan.
Lapurdiko hiriburuan egingo dituzten ekintzak iragartzearekin batera, Jean Grenetek, herriko auzapezak, izandako jarrera salatu zuten. Auzapezak Eguberrietako merkatua aitzakiatzat jarri zuen, «Planeta arriskuan-Mobiliza gaitezen» zioten afixak kentzeko.
«Grenetek Europar Batasunak adinako desfasea erakusten du horrelako erranekin. Planetaren etorkizuna dago jokoan. Urtero 300.000 lagun hil eta uharte osoak desagertzen ari dira Lurraren berotzearen ondorioz», azpimarratu zuen Txetx Etxeberrik.
Atzo abokatuarekin biltzekoak ziren, eta ondotik, Jean Grenetek antolaturiko bilkura batean parte hartzeko asmoa zuten. «Horien arabera erabakiko dugu zer jarraipen eman gertakari horri», bukatu zuen.Ainize BUTRON
Unos 40 activistas de Greenpeace disfrazados de pingüinos marcharon por la Plaza de Mayo de Buenos Aires para pedir a la presidenta argentina, Cristina Fernández, que viaje a Copenhague y recordar el peligro que corre esta especie por el deshielo.