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Crónica | Pleno en Lasarte-Oria

La culpa es de los «batasunos» también en Somoto

A gritos. Así transcurrió el pleno en el que se aprobó, sorprendentemente con el apoyo de todos los ediles, la creación de una comisión para analizar la gestión que realiza la alcaldesa, Ana Urchueguía, con el dinero que los lasartearras destinan a Somoto. La gran protagonista sacó a relucir su personalidad más arrogante y no dudó en declararse víctima de una trama.

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Oihana LLORENTE

Cualquier discusión que se pueda encontrar en un patio de colegio se desarrolla con más claridad y tolerancia que la que se pudo ver ayer en el pleno que al mediodía tuvo lugar en el Ayuntamiento de Lasarte-Oria.

Los concejales de la izquierda abertzale (tres), del PNV (dos), Hamaikabat, EB y la Plataforma Ciudadana de Lasarte-Oria ha- bían solicitado la celebración de este pleno presentando de manera conjunta una moción en la que pedían crear una comisión de investigación. Su objetivo, aclarar y depurar las responsabilidades políticas que pueda haber en la gestión de las donaciones económicas destinadas a entidades nicaragüenses en materia de cooperación.

Estas irregularidades llevan años corriendo de boca en boca entre los lasartearras. Pero es ahora cuando un informe realizado por el interventor del Ayuntamiento ratifica que la Alcaldía ha estado «enviando importantes cantidades de dinero a un ente que legalmente no existe».

Además, como el PSE ha perdido la mayoría absoluta de la que gozaba en la anterior legislatura gracias al apartheid político y se ha roto el acuerdo de Gobierno suscrito con EB, Urchueguía se ha visto obligada a cambiar de estrategia y apoyar la creación de esta comisión de investigación. Pero lo hizo, eso sí, sin perder ni una pizca de su particular arrogancia. La alcaldesa cerró la sesión pidiendo ser la primera en declarar en esta comisión, «para que se esclarezca de una vez por todas la trama a la que me he visto sometida».

Pese a que es su gestión la que está en entredicho, no perdió la opción de arremeter contra los «batasunos», que parecen ser el motivo de todos sus males.

El pleno empezó igual que acabó: a gritos. La metodologia a emplear no era del gusto de los concejales pero, como la alcaldesa se encargó de remarcar en infinidad de ocasiones, allí mandaba ella.

Primero exigió que los grupos de la oposición presentaran un portavoz para defender la propuesta unitaria, demanda que no se recoge en la legislación. Después entró en cólera al entender que en vez de una proposición, se trataba de una enmienda. Este rifirrafe acabó con un receso de cinco minutos para analizar la cuestión y tranquilizar los ánimos.

La sorpresa llegó con la votación, y es que lo que parecía un caos irresoluble se convirtió en un consenso total tras una propuesta alternativa del PP.

El PSE retiró la enmienda presentada argumentando que el debate que se estaba desarrollando «no era el correcto» y decidió dar su voto a esta propuesta del PP. Entonces, los diecisiete concejales alzaron su mano aprobando esta moción y mirando con extrañeza a los demás ediles que hacían lo propio.

El buen rollo, sin embargo, duró poco. Nada más bajar los brazos, las hostilidades se desataron de nuevo en el salón. La alcaldesa, que se había pasado toda la sesión cuchicheando con el secretario y cortando la palabra a los intervinientes, reclamó respeto a la concejala del PNV.

Designado «tránsfuga»

Pero para estupor, el del edil de Hamaikabat Jexux Izeta. Y es que nada más tomar la palabra para aclarar la postura de su formación, Urchueguía le cortó en seco para informarle de que a partir de ese momento era un concejal «tránsfuga» y pasaba al grupo de los no adscritos. Izeta cogió sus cosas y abandonó el salón de plenos indignado.

La petición de crear una comisión de investigación es, a juicio de la alcaldesa, «ruin y barriobajera». Fue su compañero de filas Iñaki Múgica el encargado de defender la buena imagen de la alcaldesa, además de dirigir todo su eterno rencor a los de siempre, «a los radicales abertzales». Urchueguía enmarcó esta petición de crear una comisión de investigación en la «campaña de acoso, persecución, calumnias e infamias» que dicen padecer los integrantes del PSE y que, cómo no, «siempre está orquestada por Herri Batasuna».

Antes de poner punto y final a la sesión de forma abrupta, la alcaldesa se guardaba otra perla: afirmó que cuando dijo a los nicaraguenses críticos con ella que «Roma no paga a traidores», hablaba en realidad de los «batasunos».

Este viernes arrancará la comisión de investigación. Tras aquel famoso vídeo de Somoto, y después del indescriptible pleno de ayer, promete emociones fuertes.

 

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