La Federación Vasca de Hosteleros mostró ayer su malestar ante las normas anti-tabaco, apenas unas horas después de que el Ministerio de Sanidad anunciara en el transcurso de 2010 -en una fecha aún sin definir- se prohibirá fumar en cualquier espacio público cerrado. Recuerda a su titular, Trinidad Jiménez, que «ha causado un perjuicio económico al sector», en especial a los empresarios que hicieron inversiones en sus locales para adecuarlos a la norma, y muestran su «preocupación» ante el anuncio del endu- recimiento de la ley.

En la nota de la Federación, redactada en tono irónico, se dan las gracias a la ministra de modo irónico. Se recuerda que Jiménez completó el anuncio «acreditando su generosidad y asegurando que va a permitir fumar en terrazas, es decir, en la vía pública». «Gracias, señora ministra, no esperábamos menos», apuntan los hosteleros.

Se muestran dolidos por la afirmación de Jiménez de que los hosteleros, «con la restricción, todavía ganaremos más». «Como burla lo aceptamos, aunque aún no estemos en el 28 de diciembre. Pero si lo dice con convicción, nos aterra estar dirigidos por personas que se permiten hacer estas afirmaciones. Sólo nos faltaría que incrementen nuestros impuestos en forma progresiva al mayor rendimiento que vamos a obtener», señalan en su comunicado

Parafraseando el discurso de la ministra, los propietarios de bares le preguntan: «¿Usted cree que todos somos tan insustanciales, incoherentes y desinformados como para que nuestro colectivo se encuentre, injustificadamente, muy preocupado por las consecuencias económicas derivadas de una restricción (lineal y plena) del consumo del tabaco en nuestros establecimientos? ¿Tan poco valora nuestra inteligencia? A nosotros nos preocupa el impacto económico, y conste que no lo supeditamos al concepto de la salud», afirman.

Desmarque guipuzcoano

Los representantes gipuzcoanos del sector anunciaron que se desmarcan de esta nota al no compartir «las formas» que entienden que se deben mantener en las relaciones con las instituciones públicas. Se ofrecen como interlocutores en los debates que se vayan a producir «con el único objetivo de defender, hasta sus últimas consecuencias, los intereses de sus asociados».

«Esta toma de posición no significa un apoyo a la normativa en estudio, que entendemos ataca de manera frontal a los intereses del sector hostelero», aclaró la Asociación de Gipuzkoa, que considera que la «ruptura y el enfrentamiento» no son un modelo válido.