Más represión y tensión en Copenhague
Mientras los grupos de trabajo de la cumbre de Copenhague redactaban los borradores que serán debatidos en la sesión de hoy, tratando de poner de acuerdo a países que pueden llegar a desaparecer y a otros preocupados por su rica economía -algo así como el que podrían alcanzar un mendigo y el gerente de una gran entidad financiera-, la Policía danesa reprimía, un día más, las constantes protestas que se suceden desde el comienzo de la cumbre. La proximidad de la llegada a la misma de los jefes de estado y de gobierno ha provocado la intensificación de las medidas de seguridad, lo que ha supuesto también un aumento de la tensión. La presencia de las ONG se está restringiendo paulatinamente, hasta el punto de que el viernes, día en que llegarán los líderes mundiales, sólo 90 delegados podrán acceder al recinto donde se celebran los debates. Las detenciones «preventivas» de manifestantes, por su lado, elevaron el número de detenidos a más de 1.500. En realidad lo único que los manifestantes piden es que se aborde el problema del cambio climático para darle una solución real y efectiva. Sin embargo, a los causantes de la situación medioambiental cada vez más lamentable les parece una exigencia excesiva, porque donde los grupos sociales y ecologistas ven un planeta en peligro ellos ven sus privilegios amenazados.