Los ministros de Pesca de la Unión Europea cerraron ayer un acuerdo para el reparto de las cuotas de pesca de la flota comunitaria en 2010 que incluye la reapertura de la pesca de la anchoa del Golfo de Bizkaia desde el 1 de enero, con lo que ponen fin a cuatro años y medio de veda sobre este caladero.

La apertura se revisará en primavera, en vista del resultado de los informes científicos sobre el recurso. En la práctica, los pescadores habían acordado que si se levantaba la veda comenzarían a extraer la anchoa en marzo.

El Ejecutivo comunitario mantuvo hasta ayer su oferta del cierre de la pesquería, al menos hasta el mes de julio de 2010, cuando dispusiera de nuevos informes científicos. El acuerdo entre los estados español y francés para levantar la veda durante el primer semestre del año finalmente convenció a Bruselas, al contar ya con el consenso de los dos únicos Estados miembros implicados.

El acuerdo final autoriza un total de capturas de 7.000 toneladas (el sector considera que una cuota menor no es rentable) a repartir entre las flotas de los dos estados. Los Veintisiete llegaron a un pacto, tras dos días de reunión y después de una segunda propuesta de compromiso de la Comisión, que incluye un incremento de las capturas de merluza en aguas del norte (entre ellas el Gran Sol). La cuota de merluza se incrementará el 7% para los pescadores de altura, que faenan en los caladeros del Golfo de Bizkaia, Escocia, Irlanda y el Gran Sol.

La Comisión dio su visto bueno al levantamiento de la veda a primera hora de la tarde, pero la propuesta no podía firmarse mientras no hubiera un acuerdo político sobre el contenido total de la propuesta de cuotas, de forma que si no había consenso en el pacto global, tampoco lo iba a haber en lo que respectaba a la anchoa.

Las posibilidades de pesca de determinadas especies, especialmente el verdel, que están sujetas a un acuerdo con Noruega -cuyas negociaciones fracasaron el pasado mes de noviembre y se retomarán en enero- constituyeron el principal obstáculo para cerrar un acuerdo definitivo. De hecho, fueron los representantes del Estado español y de Irlanda los que bloquearon un documento de acuerdo a cuenta de las cuotas propuestas sobre esta especie.

Por su parte, el Gobierno de Lakua expresó su satisfacción por la decisión del Consejo y se felicitó por lo que eso significa para los pescadores vascos y el sector. El viceconsejero de Pesca, Jon Azkue, aplaudió que la UE «mantenga el TAC mínimo exigible de 7.000 toneladas que hacen rentable esta pesquería, al tiempo que garantiza una explotación sostenible de la anchoa». A su juicio, esta decisión «pone en valor todas las gestiones realizadas» desde Lakua para que la Comisión tuviese en cuenta el informe Juvena, para avalar científicamente la apertura de esta pesquería».