Raimundo Fitero

Fisión y fusión

Las palabras no cunden pero alcanzan valor de mercado. La compra de Mediaset de Cuatro y parte de Canal + se explica con diferentes palabras en los medios de comunicación dependiendo del color del euro con que se mira. El comunicado oficial es divertido en cuanto establece categorías de rango macro, olvidándose de explicar lo fundamental que pasa precisamente por lo micro, es decir por la línea editorial, los noticiarios y con ello los profesionales que han dado carácter y poso a Cuatro. No sabemos si se trata de fisión nuclear o de fusión financiera, pero ha caído como una bomba que ha roto la cartografía televisiva, el reparto de roles, colores e idearios supuestos. Ahora, todo o casi todo, será territorio Berlusconi, lo que no deja de ser un incentivo para aplicar en cada movimiento de nuestro dedo sobre el mando a distancia una resolución categórica de compromiso y coherencia. Lo de Copenhague ha quedado en un nuevo desengaño, una nueva oportunidad perdida por el Nobel prematuro que ahora le darán algún premio universal ecologista de empresa siderúrgica. Las palabras aquí no sirven ni para disfrazar el fracaso, el crecimiento del sentimiento de inutilidad global, de la falta de liderazgo y de la inmadurez política existente. La fisión nuclear manda, la fusión de gases es una norma para hacer del planeta un lugar irreconocible. Obama sirve a sus señores y sus señores son los de siempre, los del capitalismo salvaje, sin modulaciones.  Las desavenencias con China forman parte del reparto del pastel económico, una nueva versión de la guerra fría. La tierra y sus habitantes parecemos simples circunstancias, paisaje para un desastre anunciado. El tratamiento de los diferentes noticiarios de este desencuentro entra también dentro de la disfunción actual del oficio periodístico: nada se cuenta sin poner por delante una idea previa, aunque sea demencial, del hecho narrado. Y la actuación policial ha demostrado que hay un sistema universal de represión, unos códigos homologados de uso de la fuerza bruta represiva. Y los protectores del planeta detenidos. Fusión nuclear política. Fusión de programas climáticos inexistentes.