MANIFESTACIÓN EN APOYO A «EGUNKARIA»
Miles de personas retan al frío para arropar a «Egunkaria»
Unas veinticinco mil personas se manifestaron ayer por la tarde en Bilbo para arropar a los cinco imputados en el proceso abierto hace siete años contra «Euskaldunon Egunkaria», que ha empezado a juzgarse esta misma semana. La masiva movilización contó con el respaldo de numerosos agentes políticos, sociales e institucionales de Euskal Herria.
Iker BIZKARGUENAGA |
Miles de personas se manifestaron ayer en una más que fría pero apacible tarde de invierno -por mucho que el calendario diga que estamos en otoño- para ofrecer su aliento, su calor, a los cinco periodistas que desde el pasado martes están siendo juzgados en la Audiencia Nacional española por haber trabajado en «Euskaldunon Egunkaria».
Martxelo Otamendi, Xabier Oleaga, Iñaki Uria, Txema Auzmendi y Joan Mari Torrealdai fueron los principales protagonistas de la marcha y quienes recibieron la mayor parte de los abrazos, aplausos y gestos de ánimo por parte de los asistentes. No en vano son ellos quienes se sientan en el banquillo de los acusados y sobre ellos pesa una petición de condena de varios años de cárcel, pero sus figuras representaban a todos los trabajadores del periódico que el 20 de febrero de 2003 fue cerrado por la Guardia Civil por orden del juez Juan del Olmo.
Muestra de ello fue la enorme ovación que brotó de los manifestantes cuando desde las escalinatas del Ayuntamiento de la capital vizcaina Torrealdai levantó un ejemplar del clausurado diario. Fue en ese momento cuando los gritos de «Egunkaria aurrera!» sonaron más fuertes. Ése fue el broche que puso punto y final a una movilización que empezó y acabó en apenas una hora.
Muchas caras conocidas
Cualquier periodista que siga la actualidad política de este país seguramente no podrá sustraerse a sentir una cierta sensación de déjà vu ante citas como la de ayer. No en vano, desgraciadamente son muchas, demasiadas, las veces en las que la sociedad vasca ha sido convocada para protestar contra alguno de los juicios políticos celebrados en la Audiencia Nacional o denunciar cualquier actuación jurídico-policial contra un partido político, organismo social o medio de comunicación. Sumando las movilizaciones habidas sólo en los últimos años en Euskal Herria la cifra resultante seguramente no estará lejos del millón.
Ayer, fueron veinticinco mil los ciudadanos y ciudadanas vascas que marcharon para denunciar el inicio de la vista oral contra «Egunkaria» después de casi siete años de proceso judicial. Una marea humana que a un observador ajeno le podría parecer que es siempre la misma en cada manifestación, pero que, como si fuera una riada, en cada ocasión que recorre la calle Autonomía en dirección al Consistorio bilbaino erosiona un poco más el muro de cemento con el que el Estado español se empeña en intentar ahogar a este pueblo.
Porque cada movilización es diferente y aporta su propia personalidad -más allá de La Casilla veinticinco mil personas son una sola- al mismo objetivo. Y si hace tres semanas llamaba la atención la fuerza que transmitían los jóvenes que encabezaron la manifestación para denunciar la última operación policial desarrollada contra el movimiento juvenil, ayer fue la pluralidad de las personas y los colectivos que se sumaron a la convocatoria caracterizó la marcha. Así, pocas citas permiten ver juntos tras una pancarta a la cantidad de representantes políticos, sociales y sindicales como la de ayer en las calles de la capital vizcaina.
En apoyo a «Euskaldunon Egunkaria» estuvieron, entre muchos otros, los lehendakaris Juan José Ibarretxe, José Antonio Ardanza y Carlos Garaikoetxea; Iñigo Urkullu, Joseba Egibar, Andoni Ortuzar, y Josune Ariztondo, del PNV; Rufi Etxeberria, Jone Goirizelaia, Tasio Erkizia, Iñaki Olalde, Arantza Urkaregi, Amparo Lasheras y Joserra Etxebarria, por parte de la izquierda abertzale; Pello Urizar, Maiorga Ramírez y Jesús Mari Larrazabal, de EA; Jon Abril y Mikel Basabe, desde Aralar; Mikel Arana de Ezker Batua, y Oskar Matute de Alternatiba.
También acudieron a Bilbo los máximos dirigentes de los sindicatos ELA, LAB y CCOO, Adolfo Muñoz, Ainhoa Etxaide y Unai Sordo, respectivamente; representantes del mundo del euskara como Iñaki Lasa (Kontseilua), Edurne Brouard (AEK), Paul Bilbao (Behatokia), Koldo Tellitu (Ikastolen Elkartea) y Jon Jaka (Elkar); escritores como Laura Mintegi, Kirmen Uribe y Joan Mari Irigoien; y periodistas como Julio Ibarra y Andoni Aizpuru.
Quizá por la presencia de personalidades poco habituales a pie de calle, ayer sólo un coche de la Ertzaintza abría paso a la manifestación. Nada que ver con las seis furgonetas que siguieron de cerca y grabaron a los manifestantes en la marcha del 28 de noviembre.
«Munduan libre bizi»
La manifestación partió con puntualidad británica desde las cercanías de La Casilla, encabezaba por una pancarta en la que se podía leer «Munduan libre bizi ahal izateko. Egunkaria libre!» y que era portada por los imputados en este sumario.
Arrancó entre aplausos y fue recibida de la misma forma a medida que avanzaba hacia la plaza Zabalburu. La gente aguardaba en las aceras para sumarse a la marea humana. Aparte de los aplausos y algún que otro irrintzi, sólo esporádicos gritos en favor de «Egunkaria» rompieron el silencio en una manifestación que avanzó a ritmo muy rápido. De hecho, aún faltaban unos minutos para las seis de la tarde cuando la cabeza llegó al Ayuntamiento. Antes, sin embargo, había hecho un par de paradas en Zabalburu para que los reporteros gráficos dieran constancia de la gran movilización ciudadana.
Varias pancartas firmadas por Euskal Herrian Euskaraz marcaban el camino hasta el Consistorio, y desde la plaza Circular podía escucharse la retransmisión que Bilbo Hiria Irratia hizo en directo de la marcha.
Agradecimiento y recuerdo
Ya desde las escalinatas, Joan Mari Torrealdai fue el encargado de leer el comunicado final, en el que no faltó un recuerdo y un mensaje de ánimo para los trece jóvenes que han compartido el frío de la Audiencia Nacional con los cinco imputados de «Egunkaria», y también para los miembros de Udalbiltza que serán igualmente juzgados dentro de poco en el tribunal especial.
Torrealdai quiso agradecer, en nombre propio y en el de sus familias, todo el apoyo recibido durante estos siete años, y anunció que cuando en enero regresen a Madrid lo harán con la cabeza alta.