Iñaki VIGOR

Nada más cantar el Gordo, poco después de las 12.00 de ayer, Inma Leatxe introdujo un billete de 50 euros en la hucha que hay en el bar París, cuyos fondos se destinan a dar comidas a las personas que acuden a este local para alimentarse. «Es una pequeña aportación para que estas personas tengan, al menos, una navidad más agradable», explicaba esta militante de CGT mientras mostraba su satisfacción por el premio obtenido. El boleto agraciado con el Gordo, el 294 (tres últimas cifras del Gordo de la lotería oficial), no era ninguno de los entregados a esta organización sindical, sino que lo había recogido ella misma en la sociedad Zabaldi.

«Por supuesto que me considero agraciada por este premio. Es una de las mejores cosas que he podido hacer», respondía Inma Leatxe con una amplia sonrisa, al tiempo que brindaba con un trago de sidra y mostraba a los medios de comunicación el boleto premiado.

Uno de sus deseos es que en años sucesivos se consolide en Iruñea esta iniciativa solidaria y que se extienda a otros lugares. «Me gustaría que todo el mundo se anime a adquirir esta lotería en principio tan chocante, porque en lugar de recibir eres tú quien tiene que dar si te toca. También animo a que se sigan fomentando acciones como ésta, porque hay mucha gente que lo necesita. Se trata de ayudar sobre todo a los que tenemos más cerca, a esas personas que sabemos que están sufriendo y pasando dificultades», explicaba Inma Leatxe rodeada de las personas que han impulsado esta iniciativa y de políticos que, como José Miguel Nuin, se acercaron hasta el bar París para mostrarles su apoyo.

La idea de organizar esta lotería alternativa había surgido en el seno del Movimiento por el Decrecimiento. Los boletos se habían repartido unos días antes, de forma gratuita, entre partidos políticos, sindicatos, medios de comunicación y diversas asociaciones y colectivos. Era la lotería a la inversa. A quien le tocaba el Gordo se comprometía a pagar 50 euros a beneficio de las personas que no disponen de recursos suficientes para cubrir sus mínimas necesidades ni, por supuesto, dinero para poder jugar en la lotería oficial.

No a las «salidas egoístas»

Salvo el PPN de Santiago Cervera, que devolvió los dos boletos entregados gratuitamente por el Movimiento por el Decrecimiento, todas las demás organizaciones políticas, sindicales y sociales se comprometieron a colaborar en esta novedosa acción solidaria.

Los miembros del Movimiento por el Decrecimiento escogieron el bar París 365 para realizar la simbólica aportación de 50 euros por entender que su comedor solidario es un proyecto idóneo para que fuese el destinatario de la lotería alternativa.

En este comedor se sirven unas 40 comidas diarias, a un precio de 0,50 euros por comensal, y otras tantas cenas al mismo precio, mientras que los desayunos son gratis. La idea surgió hace medio año, cuando un grupo de personas vio que en Iruñea «había necesidad de un comedor solidario, donde se coma por muy poco dinero», recordaba un trabajador del local.

La idea de organizar una lotería alternativa a la tradicional le surgió a Joaquín Estevan cuando una persona de una ONG se le acercó a venderle lotería navideña. «Esto no puede ser. La lotería es precisamente lo contrario de lo que estamos diciendo todo el año. Es un reparto de dinero `a manos sueltas'. Es todo lo contrario a afrontar la realidad cotidiana de una forma racional, coherente y global. Representa la salida individual, egoísta, irreal, un monumento al consumismo, en definitiva, a una solución errónea».

Esta es la reflexión que le llevó a Joaquín Estevan a lanzar la idea de organizar «una lotería al revés», idea que fue madurando y que ha cuajado en Iruñea bajo el lema tan poco convencional de «si te toca, pagas».

Este lema aparece recogido en los boletos de lotería junto a unos mensajes que reflejan la filosofía del Movimiento por el Decrecimiento. «Pensamos que la crisis económica es la punta del iceberg de un conjunto de crisis (de valores, sociales, ecológica) y que nos encontramos ante el inicio de la crisis del modelo social y económico actual. Estamos hasta las narices de tanta competitividad e individualismo. Rompe con la (i)lógica del sistema», proponen los impulsores de la iniciativa.