Pantalla
Intervenir correspondencia privada de personas en estado de absoluta indefensión corresponde a regímenes absolutamente antidemocráticos. Manipular, además, lo escrito es propio de aprendices de brujo que, a la postre, quedan tan desnudos como cuando crearon el GAL. Lo inconcebible es que un grupo de comunicación que se dice vasco, nacionalista y democrático se preste a hacer de pantalla de la jugada.