El Gobierno italiano ha dado marcha atrás al descartar la ley para un mayor control de Internet que anunció tras las agresión sufrida por el primer ministro, Silvio Berlusconi, el 13 de diciembre tras un tenso mitin en la Plaza del Duomo de Milán.

El titular de Interior, Roberto Maroni, principal promotor de ese proyecto presentado la pasada semana al Consejo de Ministros, informó ayer de que ahora apuesta por un «código de autorregulación». Este anuncio fue hecho por el propio ministro al término de un encuentro con representantes de compañías proveedoras de Internet y de redes sociales on line, muy cuestionadas en los últimos días después de que surgieran grupos de apoyo en la red al presunto agresor de Berlusconi, Massimo Tartaglia.