Uribe ordena al Ejército y a la Policía el rescate del gobernador del Caquetá
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, ordenó ayer al Ejército y a la Policía el rescate militar del gobernador del Caquetá, Luis Francisco Cuéllar, secuestrado el lunes en un asalto atribuido a las FARC, así como del resto de personas que permanecen en manos de la guerrilla.
GARA |
Luis Francisco Cuéllar, gobernador del departamento del Caquetá, al sur de Colombia, fue secuestrado el lunes por la noche tras un asalto, que el ministro de Defensa, Gabriel Silva, atribuyó a las FARC. «Fue sacado a la fuerza de su domicilio», indicó el secretario de Gobierno del Caquetá, Edilberto Ramón Endo. Precisó que los autores «vestían prendas exclusivas del Ejército Nacional» y que lanzaron una granada contra la puerta de la casa de Cuéllar, lo que desató un enfrentamiento en el que murió uno de los policías del servicio de escoltas. Otros dos agentes resultaron heridos. Antes de su actual cargo, Cuéllar, conocido ganadero, fue alcalde de Morelia y diputado departamental. Este es el quinto secuestro que sufre.
El presidente Álvaro Uribe ordenó inmediatamente el rescate militar de Cuéllar y del resto de personas que permanecen en manos de la guerrilla. «No podemos seguir pendientes de los caprichos de los terroristas. Es la hora de tener firmeza para avanzar en el rescate militar de los secuestrados», resaltó en una breve declaración en la Casa Nariño, sede del Gobierno. Por ello, ordenó al Ejército y a la Policía que hagan «todos los esfuerzos necesarios» para rescatarlos. Afirmó que lo ocurrido le produce «mucho dolor y desesperación. Su captura es obra de los mismos bandidos que quieren hacer de la liberación de los secuestrados un show», en alusión al anuncio que hicieron las FARC sobre su intención de entregar a dos militares. «¿Quién les va a creer a esos bandidos? Por favor, no esperemos actos de generosidad, rescatemos militarmente a los secuestrados».
El ministro de Defensa viajó al Caquetá junto al comandante de las Fuerzas Armadas, el general Fredy Padilla, y el director de la Policía, Oscar Naranjo.
En una comparecencia ante los medios, Silva anunció que se han desplegado un amplio operativo para localizar a los autores que huyeron hacia una zona del alto Brasil donde abandonaron la camioneta en la que viajaban. Antes, la hicieron explotar para borrar cualquier huella.
También cerraron los caminos de las zonas aledañas, mientras que varias aeronaves sobrevolaban las inmediaciones.
En Florencia, donde residía el gobernador, se practicaron minuciosos registros.
Los familiares de los secuestrados siempre han rechazado el rescate por la vía militar por el peligro que entraña una operación de estas características.
El profesor Gustavo Moncayo, padre de Pablo Emilio Moncayo, denunció que con declaraciones como las de ayer, Uribe «sigue insistiendo en impedir» la entrega de hijo, anunciada por las FARC hace varios meses. El proceso se ha ido dilatando por las exigencias del Gobierno, que desde siempre ha defendido la vía militar en detrimento de un acuerdo humanitario, defendido por gran parte de la sociedad civil colombiana. Moncayo, conocido por recorrer a pie gran parte de Colombia con una cadena al cuello, emplazó al presidente a no poner en peligro la vida de su hijo y del resto de rehenes. Llamó a la comunidad internacional a impedir un rescate militar.
Por su parte, la senadora Piedad Córdoba, que ha mediado con las FARC en varios procesos de entrega, prefirió no valorar «por el momento» los últimos acontecimientos ni la orden de Uribe. Se limitó a decir que sólo espera que «no se continúe truncando el proceso de liberación de Pablo Emilio Moncayo, de Josué Daniel Calvo y de los demás secuestrados». GARA
El Gobierno ofreció una recompensa de unos 500.000 dólares a quien ofrezca información sobre los autores del secuestro de Cuéllar, atribuido a las FARC.
