Acuerdo del Patronato Guggenheim
El museo de Urdaibai avanza pese a que Lakua rechaza un «Guggenheim dos»
El Patronato Guggenheim anunció en una nota tras la reunión de ayer que da un nuevo paso para la implantación de un museo en Urdabai, presentado en realidad como una «ampliación» de la pinacoteca de Bilbo. Como siguiente empujón, se encarga ya el diseño del edificio. La decisión fue saludada por el diputado general de Bizkaia y contraría al Gobierno de Lakua, que horas antes dejó claro que no quiere «un Guggenheim dos».
R.S. - A. A. | BILBO
«El patronato ha dado un paso más en el plan estratégico que ya teníamos aprobado, que es la ampliación en discontinuidad del Guggenheim Bilbao Urdaibai». Ésas fueron las palabras del diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, nada más salir de la reunión que ayer celebró el Patronato que gestiona el museo y del que forman parte diferentes instituciones y organismos. Y a su cabeza, el perdedor de la reunión, que fue el lehendakari, Patxi López.
La decisión de seguir con el proyecto abrirá probablemente un conflicto interinstitucional. Ayer por la noche, en declaraciones a Radio Euskadi, el portavoz del PSE en el Parlamento de Gasteiz, José Antonio Pastor, declaraba que el Gobierno de Lakua no está de acuerdo con lo redactado en la nota. Acusó a la Diputación de Bizkaia de «trágala» y de «actuar en base a hechos consumados». Pastor añadió que una cuestión como ésta no se puede resolver en una reunión de dos horas con cuarenta participantes y que hasta junio no van a tomar ninguna decisión.
Bilbao remarcó el conflicto al utilizar precisamente las mismas palabras con las que el Gobierno de Lakua había expresado sus reticencias unas horas antes. «Seguimos adelante para llevar la marca Guggenheim a Urdaibai, una marca que si algo ha producido en este país en estos últimos años ha sido beneficios -dijo el diputado general-. Seguimos yendo de su mano, vamos a seguir trabajando en la ampliación en Urdaibai y lo que toca en 2010 es empezar a preparar los trabajos previos y condiciones para la convocatoria de un concurso internacional para el diseño del modelo arquitectónico».
Antes de la reunión del Patronato, al mediodía, la portavoz de Lakua, Idoia Mendia, expresaba el desmarque de su Ejecutivo, con más claridad incluso que hasta ahora. Tras la reunión semanal del Gobierno, manifestó que el Gabinete que preside Patxi Lopez apuesta por «una infraestructura cultural que proyecte la cultura vasca», dejando abierta la puerta a que sirva para promocionar Urdaibai, pero dejó muy claro que «no nos gusta el Guggenheim dos» porque «no queremos hipotecar la inversión cultural de este país a una única infraestructura en un único territorio».
«Sacar el debate de ahí»
La postura del Ejecutivo de López en Urdaibai sería en todo caso la creación de una «infraestructura cultural que sea acorde con el entorno de la Reserva de la Biosfera y que sirva para proyectar a los creadores y la cultura vasca». Por ello, apuestan por abrir «un debate sereno de ideas con un periodo de reflexión, en el que participe también el mundo de la cultura, sobre lo que tenemos a día de hoy y sobre las necesidades. Se deben contrarrestar modelos desde la serenidad y escuchando a los creadores vascos». Mendia terminó diciendo que «sería extraño hacer esa reflexión dentro del Guggenheim. Hay que sacar el debate de ahí».
El desenlace de la reunión vespertina dio la razón a esta tesis. Pese a que Patxi López es el presidente del Patronato en su condición de inquilino de Ajuria Enea, las posiciones de Lakua fueron derrotadas, aunque no se facilitaron datos sobre cómo se produjo la decisión y cuál fue el reparto de fuerzas. Si bien López es el presidente formal de este ente, la máxima responsabilidad del Comité Ejecutivo le corresponde al diputado general, el jeltzale José Luis Bilbao.
Las tesis del Gobierno de Lakua, por otro lado, no parecen tener un aval completo de su socio parlamentario. Desde el PP, su presidente en la CAV, Antonio Basagoiti, pidió hacer «un debate racional, sin prejuicios y sin enfrentamientos. Una inversión así no se puede despachar simplemente con un `no porque no' o un `sí porque sí'», afirmó el sábado en Radio Euskadi.
Basagoiti se comprometió a dialogar con Patxi López y con la consejera de Cultura para propiciar un debate sobre este proyecto, «que baje al suelo», pero matizó también que no tratará de «hacer presión y empujar» al Gobierno de Lakua.
«En esta ocasión no es lo mismo que con San Mamés, que se trataba de hacerlo ya o se perdía el tren», indicó al ser preguntado por la influencia que ejerció para que el Gobierno de Lakua se incorporara a la sociedad que promoverá la construcción del nuevo campo de fútbol.
En esa misma tertulia radiofónica, el jeltzale Joseba Egibar ya vaticinó un posible encontronazo institucional y pidió evitarlo. Dijo que el proyecto «merece respeto, estudio y contras- te» y que el conjunto de los organismos públicos están para «sumar». «Algún diálogo se tendrá que abrir entre las instituciones», reclamó el presidente del PNV en Gipuzkoa.
Desde el ámbito político, Hamaikabat también se sumó al debate. Propuso en una nota crear una comisión interinstitucional para «analizar de forma exhaustiva el impacto medioambiental, económico y social» del proyecto. Sugirió que sea integrada por los gobiernos de Madrid y Lakua, la Diputación de Bizkaia y los ayuntamientos de la zona. «Busturialdea-Urdaibai es una Reserva de la Biosfera y sus habitantes están muy orgullosos de ello, pero la deficiente gestión de dicho entorno ha ido empobreciendo poco a poco a sus gentes y a su tejido económico», consideró.
Problemas medioambientales
La división de opiniones ya era manifiesta antes de que tuviera lugar la reunión del Patronato de ayer. Hace una semana la consejera de Cultura, Blanca Urgell, mostró sus «profundas dudas» sobre la viabilidad del Guggenheim de Urdaibai mientras la Diputación de Bizkaia y el Museo presentaban el proyecto al Patronato de la Fundación Solomon R. Guggenheim en Nueva York.
En su comparecencia en el Parlamento, Urgell argumentó criterios medioambientales y culturales. Según describió, es un proyecto concentrado e intensivo, que atraería a cerca de 180.000 visitantes al año, pudiendo peligrar la distinción de Reserva que otorga la Unesco. En cuanto a lo cultural, calificó de «grosero» que una infraestructura de este carácter sirva para buscar «el posible desarrollo económico de una comarca».
Para el organismo ecologista Eguzki, la apertura de esta infraestructura cultural en Urdaibai «supondría un atentado ecológico, con un gran impacto ambiental sin precedentes».
En una nota de prensa difundida anteayer, Eguzki recordó que la apertura de este centro supondría «un trasiego de visitantes» que conllevaría «una agresión incalculable e impredecible para esta Reserva de la Biosfera, sin capacidad de conservación o regeneración», resaltaron.
Todo apunta a que el debate será aún muy largo.
El Patronato revisó ayer los resultados de los doce estudios que se han venido desarrollando a lo largo de 2009. En ellos se detalla, por ejemplo, que la dimensión física de estas instalaciones se ha previsto en unos 8.000 metros cuadrados de superficie construida (unos 5.500 metros cuadrados útiles), con una inversión de alrededor de 133 millones de euros. Este gasto ascendería hasta los 200 millones de euros al añadir otros conceptos «que hasta el momento no pueden ser cuantificados por no disponer de información suficiente al respecto». El emplazamiento elegido es una finca situada entre los términos municipales de Sukarrieta y Busturia, dentro de los límites de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, propiedad de la BBK, que actualmente se dedica a colonias infantiles. «Siendo la Reserva un entorno frágil y que, por lo tanto, ha de ser protegido, el nuevo museo incorporaría el máximo respeto por la protección y conservación de los valores naturales y socioeconómicos de la Reserva, contribuyendo a promover un modelo inspirado en el concepto de desarrollo sostenible».
Según el estudio del impacto económico, el modelo arrojaría como resultado, durante la totalidad del periodo constructivo, un impacto que en términos de producción ascendería a 384,1 millones de euros; y en términos de valor añadido PIB, el efecto total supondría 169,3 millones de euros y 3.536 puestos de trabajo. Como resultado, las haciendas aumentarían su recaudación de 73,3 millones de euros. En cuanto al impacto asociado al funcionamiento del museo, se calcula en 6,8 millones de euros anuales, con una cifra prevista de 148.000 visitantes. A. A.