Como cabía esperar tras la estrategia adoptada este año, en el que decidió conceder los permisos sin trabas, el Ayuntamiento de Iruñea ha promovido una venganza a posteriori contra las celebraciones de Olentzero en los barrios de Iruñea. Donde miles de personas participaron con normalidad y en un ambiente festivo, el Consistorio dirigido por Yolanda Barcina, la presidenta de UPN, vio en realidad «actos de apoyo a ETA».

Según anunció anteayer la concejala de Seguridad Ciudadana, Ana Elizalde, de entrada se deniegan los permisos de Olentzero para 2010 en estos cuatro barrios (Arrosadia, Donibane, Errotxapea y Txantrea), en una decisión insólita teniendo en cuenta que faltan 355 días para la próxima Nochebuena y que el Ayuntamiento ni siquiera sabe quién y cómo va a hacer la solicitud.

Además, se avanza que las peticiones de celebración de Olentzeros se derivarán hacia la Delegación del Gobierno español en Nafarroa para que sean tramitadas como si en realidad fueran manifestaciones de carácter político, de modo que sea esta instancia quien decida sobre su legalidad o no.

Para el Ayuntamiento que dirige UPN, no cabe otra salida teniendo en cuenta que «una supuesta actividad cultural ha sido la excusa para terminar haciendo una manifestación de apoyo a ETA».

En concreto, el Consistorio dice que en Errotxapea había «siluetas de etarras» (sic), que en Arrosadia «la exaltación del terror con motivo del falso Olentzero incurría en evidentes indicios delictivos», que en Doniba- ne «inició y terminó su recorrido acompañado por las fotos de terroristas de ETA», y que en la Txantrea «el recorrido estaba lleno de pancartas».

Santamaría se encargó

Elizalde dijo que tampoco se descarta que todos los indicios obtenidos por la Policía Municipal en las kalejiras de los días 23 y 24 sean llevados a la Audiencia Nacional.

Como viene siendo habitual en los últimos años, la persecución de estas actividades festivas estuvo liderada a pie de calle, de paisano, por el propio jefe de la Policía Municipal de Iruñea, Simón Santamaría. Hace ya casi un año que el Pleno del Ayuntamiento reclamó su cese por mayoría absoluta debido a su actitud, pero Yolanda Barcina hizo causa común con él y lo mantiene en el cargo. Además, ha convencido al PSN para que no presente la reprobación con la que amenazó a Barcina si no cesaba a Santamaría.

Junto a todo ello, Elizalde dijo que tampoco se descarta imponer sanciones administrativas. La cascada de multas en los últimos años ha sido constante, pero no ha conseguido acabar con los desfiles de Olentzero.