La plantilla de la Real recibió el nuevo año con el mono de trabajo. Apenas diez horas después de comerse las uvas, los txuriurdines regresaban a los entrenamientos.

Lo hacían, por segunda jornada consecutiva, a puerta cerrada, con lo que no se conocen aún los planes de Martín Lasarte para la visita al Villarreal B. Con el regreso de Agirretxe asegurado -confirmado por el propio entrenador-, la principal incógnita reside en el centro del campo, ante la baja del sancionado Diego Rivas. A falta de una última sesión -esta sí abierta al público, a las 9.00 en Zubieta-, no está claro si el técnico uruguayo apostará por alinear a Elustondo o Aranburu o, teniendo en cuenta que la Real ejercerá de visitante, apostará por un jugador de corte más defensivo, que bien podría ser Markel Bergara. «Tenemos varias herramientas y aunque tengo una idea general, todavía no hemos hecho un análisis exhaustivo del rival -explicó-. Tengo dos o tres posibilidades bastante obvias y sobre esa base, resolveremos».

Lasarte, por otro lado, confió en que el parón, que no es muy de su agrado, no acabe con el buen momento que atravesaba la Real. Estos días ha visto bien a sus hombres, pero «todavía no hemos competido y la competición es el único test verdadero». Espera, además, que el equipo no se haya «distraído» con los elogios que viene recibiendo.