José Luis Rodríguez Zapatero inició ayer su agenda como presidente de turno del Consejo de la UE con una reunión en Madrid a la que el Gobierno español ha querido dar relevancia calificándola de «consejo de sabios» o «grupo de expertos». Lo cierto es que, salvo el ex presidente de la Comisión Europea Jacques Delors, los otros componentes del minicónclave eran españoles y con carnet del PSOE: la actual vicepresidenta económica, Elena Salgado, su antecesor y ex comisario europeo Pedro Solbes y el ex presidente del Gobierno español Felipe González, que ahora preside el casi enigmático Grupo de Reflexión sobre el Futuro de la UE.

El encuentro había sido preparado para debatir sobre la salida de la crisis económica en Europa y del proyecto para dar forma a «un gobierno económico europeo».

Según señalaron a France-Presse fuentes de La Moncloa, el intercambio de opiniones, que se prolongó durante tres horas, fue «muy útil» y versaron esencialmente sobre «el reforzamiento de la política de coordinación económica» en la Unión Europea frente a la crisis del actual modelo económico.

Paradójicamente, el inicio de la reunión coincidió con la publicación de los datos sobre el empleo registrados en el Estado español en 2009, que se ha saldado con un cifra récord de casi cuatro millones de personas desempleadas [más información en las páginas 2 y 3].

En busca de la competitividad

En el encuentro también se habrían abordado los medios necesarios para consolidar el mercado interior, para implementar una política energética común y para desarrollar la innovación y la competitividad europeas frente a otras grandes economías mundiales como EEUU y Japón, sin olvidar a las emergentes China, Brasil e India. Para Zapatero y su «grupo de expertos», los estados europeos por sí solos tienen muy difícil competir con esas potencias y han de hacerlo de manera coordinada.

Según informó la agencia Efe, los cinco coincidieron en que la Unión Europea tiene un liderazgo político, pero asumieron que lo que hay que hacer es ejercitar ese liderazgo para lograr una política económica común. En apoyo de esa tesis, señalaron que cuando en otoño de 2008 se constató la gravedad de la crisis económica (negada por el Gobierno de Zapatero hasta bien entrado 2009), en la UE se tomaron una serie de medidas eficaces para luchar contra el colapso financiero y dar un impulso a las políticas económicas comunitarias.