En éste su acercamiento al muy singular microcosmo de los zombies, el debutante Ruben Fleischer ha apostado por un proyecto que, tras su apariencia desenfadada, topamos con un estilo visual muy bien elaborado y, sobre todo, con un buen puñado de situaciones que bordean la comicidad más surrealista. En un intento por aportar savia nueva a un subgénero en el cual todo parecía estar dicho, Fleischer construye una elaborada feria de los horrores habitada por un cuarteto de supervivientes condenados a entenderse en su accidentado periplo por unos Estados Unidos azotados por la enésima plaga de muertos vivientes. Siguiendo las pautas de las road movies, «Bienvenidos a Zombieland» muestra abiertamente sus intenciones lúdicas en la brillante escenificación del parque de atracciones donde se desarrollan las últimas escenas del filme.

El cuidado diseño de los personajes permite que en esta huida hacia delante, descubramos las personalidades antagónicas del cuarteto protagonista: un cazador de zombies desbocado, una especie de “Pagafantas” que ha logrado sobrevivir gracias a las normas de supervivencia que se ha autoimpuesto y dos hermanas de armas tomar. Para animar mucho más este grotesco baño de sangre, destaca la breve pero hilarante aparición de un Bill Murray que se interpreta a sí mismo. Si bien las escenas que se desarrollan en el interior de la mansión de Murray son las que despiertan las más sonoras carcajadas, el resto del conjunto no desentona gracias a una trama que combina a la perfección el humor gamberro y los toques románticos que aporta Jesse Eisenberg, un actor que en la reciente “Adventureland” ya demostró lo bien que se le dan los roles de adolescente apocado. Junto a Eisenberg, figura un Woody Harrelson que se encuentra en su salsa dándole al gatillo y lanzando todo tipo de improperios mientras suspira por unos bollitos que jamás podrá paladear. Al igual que en “Dead Set: la muerte en directo”, la teleserie británica que hemos disfrutado recientemente, “Bienvenidos a Zombieland” nos descubre que todavía es posible encontrar elementos muy originales en la tierra de los muertos vivientes.