Una acción contra el desarrollismo corta la entrada a un centro comercial en Irun
Los «Reyes Magos» también mostraron su enfado ante el consumismo y el desarrollismo encadenándose a bidones de hormigón, bloqueando así la entrada al centro Comercial Txingudi de Irun. La espectacular acción causó más de dos horas de grandes retenciones.
GARA
Al igual que lo hiciera Olentzero en el Megapark de Barakaldo, los Reyes Magos bloquearon la entrada del Centro Comercial Txingudi de Irun durante más de dos horas para manifestar su rechazo al capitalismo y a la sociedad de consumo, así como a sus consecuencias con proyectos concretos como el TAV y el Superpuerto de Pasaia.
La protesta contra el consumismo y las grandes infraestructuras comenzó sobre las 17.15 cuando cuatro personas disfrazadas de Reyes Magos y encadenadas a bidones de hormigón cortaron la carretera principal de entrada al centro comercial, lo que produjo importantes retenciones durante más de dos horas.
Mientras, en los alrededores, una veintena de personas mostraba su apoyo a esta acción colocando pancartas y repartiendo folletos informativos.
La Ertzaintza, que acudió al lugar, abrió un paso alternativo para que los vehículos pudieran salir del centro comercial, muy concurrido al ser víspera de Reyes. Sin embargo, este camino no ayudó demasiado y las colas prosiguieron hasta pasadas las 19.30 de la tarde.
Los activistas denunciaron a GARA la «violenta» actuación de los policías, que tiraron de las orejas a las cuatro personas que se encontraban encadenadas y les amenazaron con golpearles. Además de estas cuatro personas que después de ser liberadas por los bomberos fueron arrestados, hubo más identificaciones.
Con esta acción, que causó grandes retenciones, sus autores quisieron apostar por la desobediencia y la autoorganización para poner freno a los efectos, que consideran «catastróficos», del desarrollismo y el capitalismo, donde enmarcan el TAV, el Superpuerto de Jaizkibel, la ampliación del aeropuerto de Hondarribia, la incineradora o la urbanización « a ultranza y la destrucción acelerada» de las zonas rurales de Irun.
Asimismo, animan a los ciudadanos a reconstruir «una sociedad libre que no se erija encima de los escombros del capitalismo».
Las cuatro personas que se encadenaron a los bidones fueron arrestados por la Ertzaintza después de ser liberados por los bomberos. Al cierre de esta edición al menos dos fueron liberados.