Tengo una mala noticia: su Picasso es falso, el láser no miente
La Universidad Politécnica de Cataluña ha impulsado el sistema Actio, una empresa que analiza con láser el ADN de los óleos para dictaminar su autenticidad. El sistema ayudará a determinar la fecha en la que un cuadro fue pintado sin que la obra resulte dañada.
GARA | BARCELONA
Recibir en herencia un Picasso de la época azul y que sea falso puede provocar un buen disgusto. Eso le ocurrió a una familia que ante la duda recurrió a Actio, una empresa impulsada por la Universidad Politécnica de Cataluña que analizó con láser el ADN del óleo y dictaminó que éste no era auténtico.
Luchar contra las atribuciones erróneas en el mundo del arte o ayudar a determinar la fecha en la que un cuadro fue pintado (veinte años arriba o abajo) sin que la obra resulte dañada es el trabajo que realiza desde hace unos años un equipo de ingenieros en los laboratorios de la UPC, que ahora lo ofrecerá profesionalmente. Esta empresa viene a cubrir la demanda de un sector que reclama un método no dañino para las pinturas que aumente las garantías de autenticidad en las transacciones de arte, más allá de las opiniones subjetivas de un experto.
El doctor en ingeniería Sergio Ruiz-Moreno, profesor de la UPC, y encargado del desarrollo tecnológico de Actio junto al también doctor Alejandro López Gil, explicó que «el disgusto de la herencia del Picasso es un caso paradigmático». Se trataba de una figura similar a un arlequín, «firmado por el artista y fechado en 1903, que llegó al laboratorio desde Málaga, ciudad originaria del pintor, procedente de una familia que era propietaria del cuadro desde los años cuarenta del siglo pasado, lo que hacía todo más creíble».
Sin embargo, el análisis fotónico por medio del láser permitió comprobar la presencia en el óleo de un pigmento como el rutilo, patentado en Alemania varias décadas más tarde. El dictamen fue contundente: el cuadro no pudo ser pintado a principios del siglo XX, a pesar de la firma y la fecha.
Actio, que pronto estará operativa, espera lograr clientes que quieran datar una obra o verificar su autenticidad de una firma antes de adquirir una pintura.
Como ejemplo del gran número de cuadros falsos, o mal atribuidos, que circulan y que genera cautela y suspicacias entre los compradores, cabe señalar que sólo en Estados Unidos se tienen contabilizados 5.000 supuestos óleos de Corot, el preimpresionista francés a quien los expertos atribuyen unas 500 pinturas a lo largo de su vida.
Obra falsa muy extendida
Según Ruiz Moreno, «si se entrara con este láser en muchos museos, nos daríamos cuenta de que hay obras mal catalogadas, porque hace dos décadas no había la tecnología que existe hoy», pues las dataciones se basan en los pigmentos, y cada uno tiene una fecha de aparición.
Por los laboratorios de la UPC han pasado cerca de 300 cuadros, entre ellos un Tiziano, algún Tiépolo y mucha obra goyesca, alguna de ella original, otra atribuida y otra con firma falsa, ejecutadas sin pudor muchos años después de la muerte del pintor.
El nuevo sistema viene a cubrir la demanda de un sector que reclama un método no dañino para las pinturas, que aumente las garantías de autenticidad en las transacciones de arte, más allá de la opinión subjetiva de un experto.
Por los laboratorios de la UPC han pasado cerca de 300 cuadros, entre ellos un Tiziano, algún Tiépolo y mucha obra goyesca, muchas de ellas mal datadas y catalogadas, además de algunas falsificadas.