Disparate
Los límites del disparate no están recogidos en la Constitución de los españoles impuesta a los vascos. La última astracanada viene de la mano del juez Fernando Grande, de la enorme Audiencia Nacional. Ahora se prohíben cenas porque, ya se sabe, reunidos en torno a una mesa, los vascos enaltecen el «terrorismo». Alguien debería hacerles ver lo ridículos que pueden llegar a ser. Aunque sean jueces y españoles.