Al director de deportes de Tele 5, J.J. Santos lo están crucificando con una pillada que han colgado en YouTube en donde se le escucha decir auténticas barbaridades de la FIFA. Todo por un problema técnico en una retransmisión del campeonato del mundo de clubes de fútbol en el que fallaba el retorno, el audio o lo que fuere. Para los más legos puede sorprenderles el tono agresivo y el lenguaje común, es decir la profusión de tacos, palabras malsonantes, referencias escatológicas y sexuales de mal gusto. Son cosas del directo, es decir cosas de cuando se establecen conexiones por satélite, se pagan unos derechos descomunales y después el servicio puede ser deficiente en un preciso instante. Y si uno es él, J.J. Santos, cree que debe estar todo, y siempre, a punto, como si la posibilidad de error, fallo, despiste o retraso solamente pudiera consentirse cuando es uno mismo el que lo hace, porque si algo caracteriza a J.J. Santos, en competencia bastante cerrada con otros comentaristas, es su capacidad para equivocarse reiteradamente, para hablar envuelto en burbujas de jamón con chorreras.

La pillada es muy buena, reiterativa, contundente, está siendo reproducida por varias cadenas, es decir, colocada en el ágora pública para fastidiar. Llega en un momento en el que se conocen las disputas, las tensiones, las negociaciones, las luchas de poder que se están produciendo con motivo de la fusión entre Tele 5 y Cuatro. Este año, tomen nota para planificar vacaciones con las amigas, hay Campeonato del Mundo de Fútbol por selecciones, es decir hay un negocio grande, y los derechos andan por ahí funcionando, y la pelea, según se cuenta es sobre quién se hace con la dirección de deportes del ente fusionado. Aunque mantenga marca cada una de ellas, se unirán los servicios informativos, se centralizarán las decisiones, y ahí aparecen los Manolos, ese dúo grotesco de Cuatro, que quieren mantener la supremacía, porque ellos fueron los que vendieron «la Roja» y el triunfo en Europa, pero el accionista de referencia es Tele 5, y ahí está J.J. Santos, al que le están haciendo esta campaña de descrédito. Si siguen difundiendo la pillada puede ser demoledor.