El presidente ucraniano, Viktor Yushenko, pidió ayer al Banco Central que interviniese para pagar el suministro de gas ruso, reconociendo las dificultades de la empresa nacional de hidrocarburos Naftogaz para abonar la factura de diciembre.

«La empresa no tiene fondos para pagar más de 900 millones de dólares [625 millones de euros] que tiene que pagar a la parte rusa antes del 11 de enero», declaró Yushenko en una carta dirigida al presidente del Banco Central ucraniano (BNU).

«Por ello, me veo obligado a pedir que encuentre un medio de solucionar este problema recomprando bonos del tesoro gubernamentales», añadió Yu-shenko.

El BNU, que dispone de importantes reservas monetarias y cuyo presidente, Sergi Kruglik, mantiene buenas relaciones con Yushenko, aceptó la propuesta. «Todo se hará según establece la ley. Pagaremos toda la deuda», señaló Kruglik.

Naftogaz, por su parte, negó que tenga falta de liquidez. «No tenemos problemas con el pago. Pagaremos todo a tiempo», declaró el portavoz de la empresa, Valentin Zemlianski.

En cualquier caso, tras el eventual problema financiero, asoma la sempiterna crisis política ucraniana, ya que Yushenko aprovechó la misiva, que fue hecha pública por su servicio de prensa, para arremeter contra la primera ministra, Yulia Timo-shenko, su rival en las presidenciales del 17 de enero.