Destrucción de casas en Cisjordania y más ataques aéreos en Gaza
El Ejército israelí destruyó ayer las viviendas de unos 150 palestinos en la aldea cisjordana de Tana, en las inmediaciones de Nablus, alegando de que «eran ilegales y estaban construidas en terrenos militares». Horas más tarde, cinco palestinos morían en Gaza como consecuencia de ataques aéreos israelíes después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, amenazase con represalias por el lanzamiento de cohetes.
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Las fuerzas de seguridad israelíes desalojaron las viviendas de unos 150 palestinos levantadas en las inmediaciones de la localidad cisjordana de Tana, en las cercanías de Nablus, alegando que se trataba de «construcciones ilegales levantadas en terrenos pertenecientes a unas instalaciones de entrenamiento del Ejército israelí».
Un portavoz israelí, Lee Harimoto, explicó que «las estructuras construidas ilegalmente fueron retiradas, ya que su situa- ción en terreno militar ponía en peligro la vida de los presentes».
Sin embargo, un portavoz palestino, Atef Hanini, explicó que se trata de una comunidad agraria que vive desde hace décadas en esta zona situada el este de Nablus.
Una excavadora derribaba lo que quedaba de una las viviendas mientras una mujer protestaba ante los militares israelíes desplegados en la zona. Entre los edificios derribados había viviendas, pero también establos e incluso un colegio.
Hanini indicó que los palestinos se negaron a derribar los edificios ellos mismos, tal como ordenaron las autoridades israelíes. Hiromoto reconoció que se emitieron numerosas órdenes de evacuación.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) informó de que en 2009 fueron derribados un total de 180 edificios propiedad de palestinos en la conocida como Zona C, en la que Israel ejerce el control militar y civil absoluto y que constituye algo más del 60% de Cisjordania, lo que dejó sin hogar a 319 palestinos, 167 de ellos menores de edad.
Cinco muertos en Gaza
Tres milicianos palestinos y dos civiles murieron ayer en el centro de Gaza en un nuevo bombardeo de la Aviación israelí. Los milicianos son miembros de la Yihad Islámica, que al parecer se preparaban para lanzar cohetes contra Israel al este de la ciudad de Deir el-Balah, cerca de la valla. Médicos del hospital Al-Aqsa confirmaron que el impacto del misil israelí fue directo.
Los dos civiles fallecieron en otro bombardeo israelí al norte de Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió horas antes de que el Ejército sionista reaccionaría «con la máxima fuerza» a cualquier disparo de cohetes desde Gaza.
Junto a ello, Netanyahu atacó a la Autoridad Palestina, presidida por Mahmud Abbas, acusándole de «incitar a la violencia».
En declaraciones realizadas al inicio del Consejo de Ministros, Netanyahu calificó de «muy graves» los disparos efectuados desde Gaza. «Hemos reaccionado en seguida atacando los talleres de fabricación de armas y los túneles de contrabando por donde transitan las armas suministradas por Irán», declaró el primer ministro israelí.
Otros tres palestinos murieron el viernes y un cuarto resultó heridos como consecuencia de ataques aéreos israelíes contra Gaza. Estos túneles clandestinos se emplean para transportar mercancías desde Egipto.
El ministro israelí de Finanzas, Yuval Steinitz, minimizó ayer la amenaza implícita formulada por un alto responsable estadounidense de aplicar presiones financieras para obligar a Israel a detener la ampliación de colonias sionistas.
«No se trata de una amenaza. No necesitamos las garantías financieras estadounidenses y no tenemos la intención de utilizarlas en el futuro próximo», declaró Steinitz a la prensa en relación a una eventual suspensión de las garantías otorgadas a Israel por EEUU para obtener préstamos bancarios a tasas de interés privilegiadas.
«Hace apenas unos meses, nos pusimos de acuerdo con el Tesoro estadounidense y el Departamento de Estado sobre las garantías de 2010 y 2011 y no nos pusieron ninguna condición», añadió el ministro israelí de Finanzas.
En una entrevista concedida a la emisora estadounidense PBS la pasada semana, el enviado especial de EEUU a Oriente Próximo, George Mitchell, afirmó: «Según la Ley estadounidense, EEUU puede suspender las garantías otorgadas a Israel sobre préstamos bancarios».
Washington otorgó en la década de 1990 garantías bancarias por valor de 10.000 millones de dólares [6.940 millones de euros] para ayudar a Israel a acoger a cientos de miles de inmigrantes de la antigua URSS.
A finales de 1991 y comienzos de 1992, la Administración Bush suspendió temporalmente estas garantías para presionar a Israel para que suspendiera la colonización, uno de los requisitos establecidos en la Conferencia de Madrid (1991). GARA
