México vivió el sábado una jornada sangrienta con 69 muertos en todo el país, la más violenta desde que asumió la Presidencia Felipe Calderón, según datos del diario «El Universal».

Según un recuento de los homicidios dolosos presuntamente ligados con el crimen organizado realizado por este diario, en lo que va de 2010 ha habido ya 283 muertes.

Antes del sábado, el récord de muertes en una jornada se registró el 17 de agosto de 2009, con 57 crímenes, por encima de los 53 del 14 de julio pasado y de los 52 del 15 de febrero de 2009.

De las víctimas del sábado, 26 se contabilizaron en Ciudad Juárez, localidad del estado de Chihuahua, fronteriza con EEUU y que está considerada como la más violenta de México, con 2.635 muertes el año pasado, el 34% de los 7.724 registradas en todo 2009.

También en Chihuahua capital fueron asesinadas diez personas en cuatro incidentes distintos.

Otros sucesos destacados ocurrieron en el estado de Sinaloa, en el noroeste de México, donde murió el ex alcalde de Angostura Aurelio Fausto Chávez y un acompañante; dos personas más en Culiacán, la capital del estado; y tres más en el municipio de El Fuerte.

Mientras que en el estado de Durango fueron hallados los cadáveres de cinco personas más en el municipio de Las Ventanas, en San Luis Potosí mataron a un dirigente de una agrupación de taxistas de Ciudad Valles y a su esposa.

Asimismo, se registraron muertes violentas en otros estados del país, siete en el Distrito Federal y seis en el Estado de México.

La jornada del sábado se registra después de que el año pasado se registraran más de 7.700 muertes en todo el país, según el recuento basado en datos extraoficiales de «El Universal», con lo que son más de 16.000 los crímenes violentos ligados al crimen organizado durante el mandato de Calderón.

Buena parte de ellos fueron resultados de enfrentamientos en el interior de los propios cárteles del narcotráfico o de éstos entre sí, según la Procuraduría General de la República.

Desde que asumió el poder en diciembre de 2006, Felipe Calderón ha convertido el combate frontal a los cárteles del narcotráfico en una de sus prioridades políticas.